El análisis de Fernando Rey Tapias: A un paso de la final soñada en Wimbledon
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Carlos Alcaraz y Novak Djokovic cumplen con el pronóstico que los señalaba como favoritos y hoy se jugarán clasificarse para el cara a cara más deseado
13 Jul 2023. Actualizado a las 23:30 h.
Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, siguen cumpliendo los pronósticos que les situaban en la final de Wimbledon, y ya se encuentran a un solo partido de lograrlo. Ambos han alcanzado la ronda de semifinales resolviendo sus partidos con solvencia; si acaso, el serbio fue el que sufrió momentos de dificultad ante un gran sacador como Hurkazc, al igual que le ocurrió a Carlos frente a Berrettini. Los dos demostraron el porqué de su ránking y se clasificaron para la penúltima ronda, cediendo apenas un par de sets cada uno en los cinco partidos que han tenido que ganar para seguir aspirando al título.
el rival del serbio
Sinner saca y resta muy bien y es ambicioso
En la semifinal van a tener enfrente a dos rivales complicados: Djokovic, que sigue siendo el máximo favorito, deberá jugar contra el joven italiano Jannik Sinner (21 años); un rival que el pasado año en este mismo torneo le ganó los dos primeros sets, obligándole a una gran remontada para doblegarle en el quinto.
Como declaraba Rublev, para ganarle en hierba a Djokovic hay que sacar muy bien durante todo lo que dure el encuentro, y jugar al máximo nivel, sin altibajos. Sinner saca muy bien, es un gran restador, y es ambicioso, pero algo irregular. Lo mismo parece imbatible, como en su último duelo en Miami ante Alcaraz, como pasa dificultades con rivales inferiores. Frente a Djokovic, si quiere ganar no podrá exhibir debilidades, porque el serbio las aprovecha todas. Posee saque, ritmo y golpes para ser uno de los jóvenes aspirantes, junto a Carlos y Rune, a dominar el tenis en los próximos años. Ahora se le presenta una gran oportunidad de demostrarlo (14.30 horas, Vamos). Sin embargo, Djokovic se juega mucho en este torneo y va a ser difícil que le sorprenda; aunque el serbio es consciente de que el italiano es de los pocos jugadores que le pueden poner en aprietos.
el oponente del español
Medvedev es consistente en el saque, veloz y competitivo
En la otra semifinal, Carlos Alcaraz va a tener un duro escollo en el siempre difícil rival que es Medvedev. El ruso, con sus 27 años, está entre la generación del big four y la de los jóvenes que encabeza el español. Ya ha sido número 1 y ha ganado un grand slam. Tosco, con unos golpes muy particulares, entre los que destaca su saque, con una gran consistencia, muy veloz a pesar de su estatura, competitivo e inteligente tácticamente para adaptarse a los desafíos que le presente el rival, Daniil es un adversario temible para cualquiera.
Carlos perdió con él en tres sets en Wimbledon 2021 y le ganó con facilidad en Indian Wells este año. El ruso siempre ha declarado que la hierba era su peor superficie, pero últimamente ha cambiado de opinión.
En cuartos de final, ante un extraordinario Eubanks (la sorpresa del torneo), lo pasó mal, y hubo de cambiar su táctica de restar tan lejos frente al tenis arrollador del norteamericano. Adelantó su posición, lo que además de servirle para ganar el partido, le valió de ensayo para jugar contra el español. Si resta tan atrás, Carlos tiene las opciones de subir a volear y de dominarle más fácilmente con su variedad. El mayor peligro para el español vendrá del gran saque del ruso. En cómo consiga restarle será una de las claves del partido; una cita (no antes de las 16.30 horas, Vamos) en la que Alcaraz deberá imponer sus variaciones, como hizo en Indian Wells, para sacar a su rival de su zona de confort, el fondo de la pista, donde Medvedev es una roca.
la presión del número 1
Mayor tensión cada vez
Carlos ha ido de menos a más en el torneo y en su adaptación a la hierba. En sus primeros encuentros no jugó cómodo, pero ante Rune y Berrettini volvió a mostrar sus excepcionales condiciones. Se le nota más tenso que en torneos anteriores, consecuencia de ser consciente de la atención y presión que comporta ser número 1.
Hoy vuelve a ser favorito, pero, al igual que en los dos partidos previos, tendrá enfrente a un rival difícil de doblegar.
La recompensa por ganar no es poca cosa: jugar la final de Wimbledon, la catedral del tenis.