Ana Peleteiro confirma su renuncia al Mundial de atletismo

«Hay que ser justos con uno mismo y siendo medallista olímpica tampoco te apetece ir a un Mundial en estas condiciones. Hay unos requisitos que cumplir y el que no los cumple se debe quedar en casa, así que me quedó aquí con todo el gusto del mundo y preparando el año que viene», comentó Ana Peleteiro nada más finalizar su participación en el Campeonato de España, con medalla de oro, pero a cuatro centímetros de la mínima requerida por la RFEA para el Mundial de Budapest.

El anuncio de su ausencia lo corroboró horas después en sus redes sociales anunciando que se iba de vacaciones: «Por primera vez en mi vida, he escuchado a los que más me quieren y la decisión está tomada. Estoy oficialmente de vacaciones. Y, sobre todo, me voy a disfrutar de mi hija y mi familia. Gracias por estar siempre, nos vemos pronto». Con esta publicación, la gallega cerraba la puerta a una posible invitación por parte de la Federación para plantarse en la cita atlética del año. La propia Ana Peleteiro, días antes de competir en el Nacional de Torrent, ya deslizó que ir a un Mundial con la posibilidad de quedarse fuera de la final no entraba en sus planes.

Su ausencia en la cita de Hungría ni mucho menos empaña su vuelta a la competición después de un año parada por la maternidad. Peleteiro comenzó saltando 14,13 metros en Castellón a mediados de junio y un mes después, cerró la temporada con 14,21 metros, su mejor marca de la temporada, conseguida en el Nacional, lo que confirma su progresión y su aproximación a las marcas anteriores al embarazo. «He vuelto, ¡hemos vuelto! Si me dicen lo que conseguimos esta temporada hace siete meses, jamás me lo creería. He luchado, sufrido y trabajado como nunca antes. Pero además de preocuparme por mí misma para volver al alto nivel, también lo tuve que conciliar con la maternidad, me he ocupado y centrado en que mi hija crezca sana y feliz y la realidad es que ella ha sido la protagonista durante estos últimos meses» comentaba en sus redes.

 Ahora, Ana se toma un descanso y en el otoño comenzará a preparar el gran motivo de su regreso: estar en unos Juegos Olímpicos con su hija Lúa en las gradas y quién sabe si con la medalla de mamá colgada al cuello.