El polémico beso de Rubiales a Jenni Hermoso: ¿Qué dice el protocolo frente a la violencia sexual de la federación?

Su acción ha sido una de las más criticadas de una final que llevó a la gloria a la selección femenina de fútbol. El momento no pasó desapercibido. Luis Rubiales estaba felicitando a las jugadoras del combinado nacional tras conseguir el título mundial cuando besó a Jennifer Hermoso. El presidente de la Federación le dio primero un abrazo para, acto seguido, besarla en la boca. 

Las imágenes han dado la vuelta al mundo. Tanto que Luis Rubiales ha tenido que emitir un comunicado oficial este lunes asumiendo que se había excedido. 

«Estamos ante un hecho histórico. Uno de los días más felices del fútbol español. Pero hay un hecho que tengo que lamentar entre una jugadora y yo, con la que existe una gran relación entre ambos. En un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, yo creo que de manera muy espontánea. Repito, sin mala fe por ninguna de las dos partes. Aquí —en la expedición— no se entendía porque lo veíamos como algo normal, sin ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo, por lo que si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme. No queda otra», dice el mensaje de Rubiales. 

Y es que esta acción ha sido considerada ya como «intolerable» y un gesto que llama la atención teniendo en cuenta que la RFEF cuenta con un «Protocolo de actuación frente a la violencia sexual». Así se titula un documento de 24 páginas que el ente deportivo tiene colgado en su propia web.

¿Qué dice ese protocolo?

«Excesivo e inadecuado acercamiento en el contacto corporal, abrazos, apretones, etc». Esa es una de las situaciones, actitudes y comportamientos que la RFEF considera directamente relacionados con la violencia sexual. Lo expone en una lista de gestos que recoge bajo el epígrafe de «contacto físico». El documento contempla otra actitud que estaría directamente relacionada con el beso que Luis Rubiales le plantó este domingo a Jenni Hermoso. «Atraer con un abrazo en el intento de besarles» o «besar a la fuerza». A todo esto se suman los «pellizos y cachetes», el «tocamiento de ciertas partes del cuerpo: nalgas, pechos, genitales...» o «actos sexuales no consentidos, intento de violación y violación».

En este documento la RFEF «prohíbe totalmente todas las actitudes y todos los comportamientos que implican violencia sexual, y establecerá mecanismos para la detección de situaciones de riesgo, así como para la prevención y actuación en este ámbito». Además, añade que la propia federación se hace responsable a la hora de reprobar y tomar cartas en el asunto ante semejantes acciones. «Estas conductas son inaceptables y conllevarán consecuencias inmediatas. El Comité Asesor de Protección, en el marco de sus competencias, y de acuerdo con el principio de proporcionalidad, adoptará las medidas que estime oportunas ante cualquier comportamiento que ponga en riesgo la salud y el bienestar de los/las deportistas».

La protagonista

Jenni Hermoso quiso zanjar todo lo que se ha desatado tras el beso y pidió que no se le dé «más vueltas» y aseguró que fue «un gesto de amistad y gratitud». «Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento», manifestó Jenni en unas declaraciones facilitadas por la RFEF a EFE este domingo. 

Mientras, las reacciones no han parado de multiplicarse. Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, aseguró este lunes, en declaraciones a RNE desde Sídney, que Luis Rubiales debería dar explicaciones e incluso pedir perdón por el beso que le dio en la boca a Jenni Hermoso. «Lo primero que ha de hacer es dar explicaciones y presentar excusas», aseguró Iceta, quien también opinó en otro momento que es «inaceptable» el gesto del mandatario federativo. «Es lo lógico y lo razonable, porque realmente es verdad que el momento que se vivió en Sídney fue un momento muy especial, un momento de muchas emociones, pero precisamente quienes tenemos responsabilidades públicas hemos de ser extremadamente cuidadosos, porque estamos dando un mensaje a la sociedad, y el mensaje es igualdad de derechos, es respeto y por lo tanto evitar cualquier circunstancia que pueda interpretarse en clave de prevalencia, no es el que manda el que fuerza un beso, no puede ser», explicó el ministro. 

Asimismo, la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y la de Derechos Sociales y Agenda 2023, Ione Belarra, han calificado el gesto de Rubiales de violencia sexual. «No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo 'que pasa'. Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro. Solo sí es sí», escribió en redes sociales Montero.