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Así fueron los intentos de Álvaro Prieto en la estación de Santa Justa por demostrar que tenía billete y poder volver a casa

Deportes

LA VOZ Redacción
Andenes de la estación de tren de Santa Justa, en Sevilla

Tres informes de Renfe sirven para reconstruir los pasos seguidos por el joven cordobés dentro de las instalaciones ferroviarias para buscar una forma de regresar a Córdoba

19 Oct 2023. Actualizado a las 08:24 h.

La muerte de Álvaro Prieto por una descarga eléctrica en un tren parado en la estación sevillana de Santa Justa, después de haber perdido el convoy que le llevaría a casa, todavía está cargado de incógnitas. Ahora, tres informes de Renfe a los que ha tenido acceso el diario El Mundo sirven para reconstruir cuáles fueron los intentos del joven por buscar una alternativa para regresar a Córdoba. Las versiones oficiales de la compañía destacan que el juvenil del Córdoba CF no pudo pasar el control de seguridad por llegar tarde, demostró que sí poseía el billete, pero no pudo comprar otro para un AVE, que valía unos 40 euros, tras quedarse sin batería en el móvil.

El joven, que le envió un wasap a su madre a las 7.22 horas diciéndole: «ya voy para la parada», no habría llegado, según la versión de Renfe, al tren que tenía a las 7.35, un Avant con dirección a Córdoba. Al llegar finalmente a la estación, ya tarde, «no pudo pasar el primer control de Adif», dice el informe, por lo que vuelve al vestíbulo de la estación y se dirige al servicio de atención al cliente.

La búsqueda del billete de vuelta

Allí, ya a las 8 de la mañana, les cuenta su problema a los trabajadores del servico de atención al cliente de la estación. Álvaro había perdido el tren y no encontraba su billete, por lo que los empleados le ayudan a buscarlo, pidiéndole varios datos, como un correo electrónico, para localizarlo en el sistema. El joven les da su correo electrónico y encuentran, efectivamente, un billete, pero solo el de ida, de Córdoba a Sevilla. No hay rastro del ticket de vuelta, aunque él les asegura que lo sacó a través del canal de Renfe, haciendo mención a la app

Los empleados de Renfe siguen intentándolo. Le piden entonces otro dato que ayude a localizar el billete, específicamente el número de la tarjeta de crédito, pero él les dice que es una tarjeta virtual y que tiene el teléfono móvil apagado por falta de batería.

Según la versión de uno de los trabajadores, es entonces cuando se le ofrece un cargador y se le indica dónde lo puede cargar, pero el chico les indica que no funciona.

Los trabajadores intentan recuperar los datos del billete perdido de otra forma, a través de una búsqueda inversa. A partir del de ida, extraen los dígitos disponibles de la tarjeta de crédito —algunos están codificados por seguridad— para ver si se ha hecho en los últimos días la compra de la vuelta con el mismo método de pago. «Se le preguntó si recordaba el día que lo compró, a lo cual nos indicó que el martes», aseguran. Pero tampoco hubo suerte.

Finalmente, a Álvaro se les ocurre darles la dirección de correo electrónico de su padre, quien había hecho la compra, y efectivamente, ahí estaba el billete: Sevilla-Córdoba a las 7.35, en un Avant, el tren que había perdido. «Se le hace saber que ese tren había salido ya y se le informa de la política de dichos trenes en cuanto a pérdida de tren», indica el informe, y a continuación, le indican el siguiente que hay disponible, con salida a las 9.30. En ese momento, Álvaro «coge su cartera y se dirige a las taquillas». En todo momento, según indican, el joven se muestra tranquilo y habla con normalidad y educación.

La compra de otro billete

El joven se dirige a la Taquilla 3 para informarse de las opciones que tiene para viajar a Córdoba, e intenta hacerlo con una Tarjeta Sin Contacto de cercanía, aunque un empleado de Renfe le indica que no sirve para ir a Córdoba. La opción más próxima en el tiempo es la de comprar un billete nuevo para un AVE, «cuyo precio rondaba los 40 euros». Álvaro se muestra dispuesto a adquirirlo, pero, en el momento en el que tenía que pagar, «se dio cuenta de que no tenía batería», dice el informe, a pesar de que, según el relato anterior, el joven ya era consciente de esto. Se le indica de nuevo que, si tiene cargador, «lo podía enchufar en cualquier enchufe», pero en ese momento el chico se marcha. «Fue muy educado, poco hablador, pero no nos pidió ninguna ayuda», asegura el documento.

Asalto al AVE

Es en ese momento cuando Álvaro intenta tomar el AVE sin billete. Como ese tipo de trenes sí disponen de un control de seguridad que no se puede pasar sin billete, el joven decide, supuestamente, acceder a través del andén de Cercanías, que carece de esa inspección. Y, para llegar hasta donde está el AVE a Barcelona de las 8.55, con parada en Córdoba, cruza las vías, llamando la atención de los vigilantes, que lo interceptan cuando él ya está dentro del convoy y lo obligan a bajar, recriminándole la temeridad de cruzar las vías del tren.

A partir de ahí, Álvaro ya abandona la estación de Santa Justa, como recoge una cámara de seguridad, para buscar, supuestamente, otra forma de acceder a los andenes de la estación sin ser detectado.


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