Griezmann y Samu Lino sellan el liderato del Atlético en Champions siete años después (2-0)

Objetivo cumplido con creces por el Atlético ante un Lazio sin contundencia en las áreas y que, visto lo visto, puede ser una de las marías de octavos. Logró sin sufrimiento su vigésima victoria seguida en el Metropolitano, selló el liderato de grupo por primera vez en los últimos siete años y el Cholo repartió los esfuerzos pensando en la batalla de la sobremesa del sábado en San Mamés.

Griezmann, a dos goles ya solo del registro de Luis Aragonés como máximo artillero histórico del Atlético, y Samu Lino, el mejor de la noche por su ambición, desparpajo y desequilibrio, anotaron en los inicios de cada período las dianas que tumbaron a los biancocelesti.

Sorprendió Simeone al dar descanso de inicio a indiscutibles como Koke, Morata y en menor medida Llorente. No tan extraño si se tiene en cuenta que un punto era suficiente, que esta Lazio del discutido Sarri no es nada del otro mundo, en mitad de la tabla y a 17 puntos del líder en la Serie A, y que espera el equipo de Valverde en La Catedral.

Lo más llamativo, ver a Witsel como mediocentro, la posición donde el belga rindió a un nivel notable a lo largo de su carrera, pero en la que apenas ha jugado en este Atlético. No es rápido ni contundente atrás, pero, por su excelente salida de balón, el Cholo le quiere como una especie de antiguo líbero en la línea de tres centrales.

La Catedral en el horizonte

No pudo comenzar mejor la noche para los rojiblancos, ya que Griezmann vio puerta a los seis minutos, cuando aún faltaba mucho público en el Metropolitano por culpa de un accidente de tráfico que colapsó los accesos al estadio. El francés presentó el interior para definir con sutileza, pero gran mérito para Samu Lino por anticiparse primero, porfiar pese a un mal control, percutir y asistir. El brasileño, que compite con Riquelme por el puesto de lateral zurdo que dejó libre Yannick Carrasco y que obligó a Simeone a inventarse dos nuevos laterales, fue la figura local ya en el primer acto. Un período en el que los colchoneros dieron un pasito atrás tras marcar sin dejar de gobernar la situación.

El equipo de Sarri toca mucho, tanto que no se asemeja a la clásica escuadra italiana, pero carece de mordiente. Incluso desaprovechó pérdidas de balón injustificadas de Savic y Giménez, o un malentendido entre Hermoso, que ni controló ni despejó, y Oblak. Menos mal para el Atlético que le cayó el balón al francés Guendouzi y no a Immobile o Pedri. Cuando contragolpeaba, el Atlético tenía mucha más pólvora. Griezmann rozó el segundo pero se descoordinó al disparar, nada habitual en él, y a Hermoso se le anuló un precioso gol, a instancias del VAR, por un fuera de juego posicional evidente de Lino.

Pensó todavía más en los leones el Cholo al retirar en el descanso a Griezmann y Giménez. El turco Soyuncu y Memphis entraban en las rotaciones y actuaba unos minutos el Atlético sin su columna vertebral. Pero le bastó un acelerón en la reanudación para sentenciar. Intentó el neerlandés sin éxito una especie de escorpión tras resbalar y después Samu Lino completó su enorme noche con un gol de bella factura porque el balón se le quedó muy alto y lo más normal es que ese tipo de disparos se marche alto. Se rindió el Lazio y unos y otros fijaron ya la mirada en el futuro. Con el pleito resuelto, minutos tranquilos para Koke y Morata. El Atlético recupera su sitio entre los grandes.