No hay ahora en Europa otra selección con el talento de España

Este compendio de las tres mejores generaciones de la historia (la de Alexia, la de Aitana y la de Salma Paralluelo) que se mezclan en la selección española la convierte en la gran favorita para esta final. Ahora mismo solo hay dos selecciones, pensando en los Juegos Olímpicos, que pueden hacerle un poco de sombra. Una es Japón y la otra Estados Unidos. En Europa no veo a ningún rival a su mismo nivel.

Francia probablemente plantee un partido diferente al que propuso Países Bajos en la semifinal. Tienen un mayor poderío físico, y eso puede notarse, pero no cuentan con el talento de la selección española, que puede permitirse jugar a muchas cosas diferentes.

Francia está pasando por una reconversión táctica. Su seleccionador nos ha dado una buena pista con su crítica a la posesión como único argumento y reivindicando a la Italia que se impuso a España en Pasarón. Es probable que el 4-2-3-1 que utilizó contra Alemania lo acabe reconvirtiendo en un 4-5-1 y su propuesta se centre en buscar las cosquillas a las espaldas con transiciones rápidas. Tiene laterales de largo recorrido, sobre todo por la izquierda.

España tiene talento para la posesión, tiene velocidad, tiene fortaleza. Y tiene recursos. Se vio en la semifinal, por ejemplo, con la ausencia de Tere Abelleira, que creo sí va a ser titular hoy en la final. Ocupó su lugar Laia Aleixandri, que realmente es una central, y el equipo por su consistencia no se resintió en absoluto. Quizá la mayor diferencia de Montse Tomé con Jorge Vilda, que apostaba más por una selección de juego combinativo, de posición, de ir madurando las jugadas, sea que Montse le ha dado mayor dinamismo y verticalidad al equipo, aprovechándose de jugadoras como Salma Paralluelo o Alba Redondo cuando está. Eso la convierte en una selección todavía más temible.