Verstappen avisa: ni una sanción le va a frenar
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El neerlandés sustituirá el motor para el domingo, lo que conlleva 10 posiciones de penalización en la parrilla. Los McLaren han sido los más rápidos.
26 Jul 2024. Actualizado a las 21:57 h.
No hay nada más peligroso, deportivamente hablando, que un gran campeón picado. A Max Verstappen le han llovido palos de todos los colores, especialmente desde el lado periodístico de la muy británica Fórmula 1, que ha visto cómo McLaren, el equipo del que más orgullosos se sienten, ha dado un sorpasso que ya se confirmó en Hungría y que este viernes apuntaló con un nuevo doblete.
La desesperación de Verstappen que vivió en el trazado magiar hace unos días ha supuesto un antes y un después. Tanto su ingeniero, Gianpiero Lambiase, como los jefes de Red Bull, con Christian Horner y Helmut Marko a la cabeza, han advertido al neerlandés que no van a tolerar más salidas de tono infantiles. Les ha dado mucho, sí, pero también saben que no es el último hombre sobre la Tierra. Detrás de estas llamadas al orden está también la pelea interna que viven los Verstappen, los cantos de sirena de Toto Wolff y el futuro cada vez más dubitativo de un Sergio Pérez con el que nadie cuenta para nada, y al que quieren echar pero no saben cómo.
Pero más allá de las cuitas extradeportivas, en Red Bull ha cundido una seria preocupación al ver cómo todo lo cosechado en las primeras carreras del año se puede secar hasta quedarse totalmente estéril para el final. La realidad es demoledora: como ha quedado confirmado en los entrenamientos libres, en un circuito con curvas rápidas y mucho más técnico que el de Hungría como es el de Spa-Francorchamps, tanto Lando Norris como Oscar Piastri van a poner en dificultades a Verstappen. Este va a necesitar todo el potencial de su monoplaza, por lo que han visto necesario cumplir con una penalización para cambiar el motor completo que quedó tocado del golpe con Hamilton en el final de la última carrera. Porque sí: el Red Bull llegó a boxes, pero no en el mejor estado.
Va a ser el foco de todas las miradas. Después de confirmar que en Bélgica se siente como en casa (no en vano, estrictamente, él es belga porque nació en este país y su madre también lo es) por la mañana, por la tarde solo pudo ser tercero. La rabia que debe sentir dentro tendrá que ser canalizada en una eventual remontada, al menos, hasta el podio, con la gran diferencia de que este año no está en condiciones de aquellas 'machadas' que le llevaban desde el fondo de la parrilla a los primeros puestos en apenas diez vueltas. Ahora tendrá muchos enemigos que quitarse de encima, sin la ayuda de nadie por la clamorosa ausencia competitiva de Pérez.
Sin mejoras, y casi mejor
Por primera vez en muchos fines de semana, la hoja de novedades técnicas de la FIA estaba totalmente vacía. Ningún equipo ha llevado evoluciones al trazado de las Ardenas, que antaño era el primero después del parón veraniego y ahora es el último antes de las vacaciones.
Esto hace que, previsiblemente, no haya grandes cambios con respecto a la última carrera. Eso son buenas noticias, en parte, tanto para Carlos Sainz como para Fernando Alonso. Ambos acabaron en donde se esperaba: el madrileño de Ferrari en una óptima quinta posición (aunque por detrás de su compañero Leclerc) y el asturiano de Aston Martin, en la decimosegunda. En el caso de los monoplazas de Silverstone casi es una buena noticia, ya que pueden aspirar a puntuar con relativa sencillez. De hecho, y aunque Lance Stroll acabó por delante, Alonso estaba razonablemente satisfecho después del viernes, sobre todo porque puede haber invitado.
«Es posible que llueva mañana durante la clasificación, por lo que tendremos que ser precisos con las decisiones que tomemos si las condiciones cambian. Trabajaremos duro esta noche para encontrar la mejor configuración del coche para lo que nos espera este fin de semana», señaló, sobre una eventual tormenta que nos pueda dar un fin de semana con espectáculo en los cambios de neumáticos.
Verstappen penaliza 10 puestos en la parrilla del domingo al cambiar la unidad de potencia
Max Verstappen penalizará en la parrilla del GP de Bélgica de este domingo diez puestos al introducir una nueva unidad de potencia este fin de semana, la misma situación que el japonés Yuki Tsunoda (Visa Cash App RB), que saldrá último al introducir más cambios que el piloto de Red Bull.
El líder del Mundial introdujo este fin de semana en el circuito de Spa-Francorchamps su quinta unidad de potencia, una más de las permitidas, tras tener problemas con ella durante el GP de Canadá, lo que propiciará que el neerlandés salga diez puestos más atrás de la clasificación que firme este sábado.
Según el reglamento de la Fórmula 1, si un piloto utiliza más elementos de la unidad de potencia que el número permitido, se le impondrá una penalización de un puesto en la parrilla en el primer Gran Premio en el que se utilice cada elemento adicional, aunque Spa es un circuito que ofrece muchas oportunidades de adelantamiento, lo que lo convierte en una opción popular para las caídas en parrilla.
La primera vez que se exceda la asignación de cualquiera de los siete elementos de la unidad de potencia, se aplicará una penalización de diez puestos en parrilla, mientras que la segunda vez resultará en una pérdida de cinco puestos en parrilla, por lo que en caso de que todavía tenga que cambiar de nuevo alguno de sus componentes, esto afectaría directamente a su resultado del fin de semana.
Verstappen recibió esta penalización justo después de dominar los primeros entrenamientos libres del fin de semana, al firmar un tiempo de un minuto, 43 segundos y 372 milésimas con el que fue más de medio segundo más rápido que el australiano Oscar Piastri (McLaren).