Simone Biles ya luce su primer oro en los Juegos de París

Simone Biles está en un momento de su vida en el que no mira a los récords. Eso le agobia. Le hace ver la gimnasia como un trabajo y eso le conduce al bloqueo, como se demostró en Tokio. Ella solo piensa en disfrutar con la competición, sin pensar siquiera que de los Juegos de París puede salir como la gimnasta con más oros olímpicos de la historia (igualaría a la leyenda soviética Larisa Latýnina).

Y ese es un reto mayúsculo. Le requiera ganar las cinco finales en las que va a participar. La primera, ya la tiene, porque Estados Unidos se impuso en la final por equipos con ella como líder. Las norteamericanos aventajaron a Italia y a Brasil, segundas y terceras clasificadas respectivamente; y recuperan el trono olímpico perdido en Tokio, cuando sucumbieron ante Rusia (con Biles ausente).

Por las notas de la clasificación, Simone es clara favorita a ganar también el concurso completo del jueves (18.15 horas, La 1); así como en salto (sábado a las 16.20) y suelo (lunes a las 14.23). Más complicado lo tendrá en la barra de equilibrio (lunes a las 12.38), en donde la china Yaqin Zhou logró mejor nota el domingo. La gloria aguarda a Biles.

Autoritarias desde el inicio

Estados Unidos comenzó marcando territorio en salto. Jade Carey, víctima de un virus estomacal el domingo, que le va a impedir revalidar su oro olímpico en suelo, empezó a encaminar el título (14.800). Biles le dio el relevo, rehusó hacer el doble mortal carpado que tiene preparado, pero aún sin ese riesgo firmó otra gran nota (14,900). Ambas hicieron que EE.UU. ya se pusiera líder al término de la primera rotación (+1,4 puntos con China y +2,4 con Italia).

Dos errores graves de Zhou Yaqin (12,300) en la barra de equilibrio lastraron todavía más a China; mientras que las norteamericanas cumplieron en las asimétricas, aumentando su renta (+3,1 con Italia y +4 con China). Hasta Biles (14,400) brilló en este aparato, el único en el que no se clasificó entre las ocho que disputarán la final (está de reserva).

Las norteamericanas reían y bailaban en la pausa del ecuador de la competición, mientras el público vitoreaba al combinado con gritos de «¡USA, USA!,, contestados con gestos triunfales de Jordan Chiles y sonrisas de una relajadísima Simone Biles. Y es que la victoria ya parecía suya, sabedores todos de que, aún fallando en la barra de equilibrio, les quedaría la baza final del suelo, su gran especialidad.

La puntilla

Sunisa Lee, que lucha contra una enfermedad renal incurable, se lució en la barra (14,600); y Biles le dio continuidad con un ejercicio impecable, en la que solo sufrió una pequeña inestabilidad (14,366). Esto permitió a EE.UU, dispararse en la tabla, a falta de una única rotación (+3,6 con y +4,6 con Gran Bretaña).

 Un error de Manila Expósito en suelo (12,666) casi trunca el sueño de las transalpinas, pero mantuvieron la medalla de plata pese al empuje de Brasil y de Gran Bretaña. Estados Unidos, por su parte, continuó su exhibición con Lee, Chiles y, por supuesto, con una genial Biles (14,666).

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Hashimoto busca otro título en el concurso completo

Después del apoteósico final del lunes, en la final por equipos, en la que China perdió inexplicablemente el oro en la última ronda rotación (barra fija), los mejores gimnastas del mundo afrontan ese miércoles (17.30 horas, Teledeporte y RTVE Play) la final del concurso completo.

El japonés Daiki Hashimoto, que pasó de villano tras caerse del caballo con arcos, a héroe, por el último ejercicio en barra que le dio el oro a Japón; defiende su corona olímpica lograda en Tokio y el oro mundial conquistado el pasado año en Amberes.

El genial deportista nipón debe recuperar la regularidad que tenía en el pasado y que todavía no ha exhibido en los Juegos de París, ya que además de la caída del lunes también protagonizó varias el sábado. Un inicio titubeante que le llevó a firmar la sexta mejor nota (14,566), por detrás del británico Jake Jarman (15,166), el ucraniano Oleg Verniaiev (14,866), el checo Carlos Edriel Yulo (14,800) y los chinos Ruoteng Xiao (14,733) y Boheng Zhang (14,666).

Esta será la última oportunidad para ver a Hashimoto en los Juegos de París pues el sábado no logró clasificarse para ninguna final por aparatos tras sufrir un día para olvidar. Ni siquiera lo logró en barra fija, en donde el nipón es el actual campeón del mundo. Estas competiciones las disputan los ocho mejores entre el sábado y el lunes.