La sonrisa de Simone Biles

Estados Unidos tiene una ventaja muy grande con el resto y pasó lo esperado, que ganara con claridad. Ya el clasificatorio lo terminaron con cinco puntos de renta y con hacer una competición normal les basta. Se pueden permitir incluso el lujo de tener algunos fallos y vencen igualmente porque van sobradas a nivel de dificultad en todos los aparatos.

En cuanto a Biles, y en comparación con lo exhibido en el Mundial del año pasado, en el clasificatorio la vi un poco más tensa a la hora de competir. Quizás eso se lo provocó volver a estar en unos Juegos, con todos los fantasmas del pasado asomándose por su cabeza. En la final por equipos se le vio concentrada, pero, en cambio, sin esos nervios y esas dudas que el otro día parecía transmitir. Lo hizo muy bien en todos los aparatos, sonriendo y disfrutando de la competición. ¡Qué ganas había de verla así!

Este es un equipo mayor y experimentado que ha pasado por multitud de problemas en forma de lesiones y enfermedades. Como ellas mismas dicen, hicieron el tour de la redención. Volver de nuevo a unos Juegos y demostrar que se puede parar, coger aliento para solucionar los problemas, y volver al máximo nivel para ganar. Esa es una lección muy importante para el deporte. Antes, parecía que con más de 20 años ya no podías competir porque era muy lesivo para ellas. Ahora se cuida más la salud y la madurez mental de las gimnastas más veteranas ayudar a ver un gran espectáculo.

Alfonso García es entrenador nacional de gimnasia artística