Medalla para el gallego Emmanuel Reyes Pla en los Juegos de París: de un campo de refugiados en Austria y ser encarcelado en Alemania a la gloria olímpica
Deportes
Nació en Cuba, en donde aprendió a boxear por necesidad, «pero mi territorio es Galicia»
01 Aug 2024. Actualizado a las 16:12 h.
Emmanuel Reyes se ha asegurado una medalla en los Juegos de París, tras vencer este jueves su combato de cuartos de final ante el belga Victor Schelstraete. Ahora, el gallego va a por la medalla de oro. Es la primera medalla para el boxeo español en 24 años.
Emmanuel Reyes Pla (La Habana, 1992) nació y se crio en Cuba. Desde los seis años se metió de lleno en el mundillo del boxeo, pero fue por pura necesidad. Por poder vivir con dignidad: «Yo empecé para aprender a defenderme de otros chavales, porque el lugar donde nací en La Habana, San Miguel, era un poco duro. Crecí y le cogí gusto al boxeo. Además, el deporte es la única forma de poder darle un futuro a tu familia en Cuba». El Profeta quería ser como Mohamed Ali y Teófilo Stevenson. Sus dos grandes ídolos de infancia.
Reyes Pla mantuvo un idilio con el boxeo desde la niñez y, siendo adolescente, pasó a formar parte del equipo nacional de boxeo. Al mismo tiempo, parte de su familia vivía en A Coruña y él quería irse con ellos. Pero su viaje no fue nada fácil. Su única forma de viajar a Europa era haciéndolo a través de otro país comunista como Rusia. Desde Moscú, realizó varias intentos. Tardó seis meses en conseguirlo de forma definitiva.
La definitiva fue a través de Austria. Ya dentro de la Unión EUropea, pidió asilo político. Pasó por un campo de refugiados y trató de alcanzar Alemania en autobús. Pero aún no tenía todos los papeles en regla y, al ser detenido, fue encarcelado. Estuvo un mes privado de libertad, hasta acabar siendo deportado a Austria, nuevamente.
No desistió y volvió a intentarlo con un vuelo directo. Lo hizo sin mucha convicción, pues no tenía pasaporte y lo normal era que ni le dejaran embarcar. Pero nadie le pidió la documentación y logró alcanzar, al fin, la ansiada la península ibérica. «Dios da sus peores guerras a sus mejores soldados. El camino fácil no es bueno y el difícil es el que da la gloria», resume con filosofía, su travesía.
«El rey nunca es rey en su tierra, sino en tierras lejanas. Yo estoy ahora representando a España como tiene que ser. Mi bandera es España. Cuando conocí a Chano Planas, mi entrenador, compaginamos bien porque ambos vimos que éramos serios. Además, Galicia es lo máximo. A Cuba la llevo en la sangre, pero mi territorio es Galicia», explicó Emmanuel en La Voz.
«Es que es maravillosa, tranquila, la gente es maja, la comida es buena y está mi hijo (de nueve años). Ve mis vídeos y sabe de qué va esto. Es grande y alto, pero no quiero que sea boxeador. Es muy sacrificado. No se lo impediré, pero prefiero que no lo sea. Es duro», agrega.
En Cuba solo ha dejado a su madre. Lo único que echa de menos de la isla. «La herida tarda en curarse y no fui bien tratado. No pienso más en eso. Tengo buenas amistades allá, que no tienen la culpa de lo sucedido, pero no extraño ni la comida. También la puedo cocinar en Galicia».
Emmanuel se hizo muy popular en el deporte español durante los Juegos de Tokio, por su peculiar carácter. En Japón dijo que iba dispuesto a «arrancar muchas cabezas», pero se tuvo que conformar con el diploma olímpico tras una discutida decisión de los árbitros. En su palmarés también cuenta con un bronce mundial (2021) y una plata (2022) y un bronce (2023) europeo.