El K4 de Arévalo y Germade calienta a ritmo de récord en los Juegos de París

Sopla un ligero viento a favor en la pista de Vaires-sur-Marne, la elevadísima competencia de la prueba ha ido haciendo mejores a todos y el programa de piragüismo esprinten los Juegos Olímpicos de París 2024 arranca con tres barcos destrozando el anterior récord olímpico de K4 500 metros (1.21.658). En la primera manga lo bate Serbia, y en la siguiente serie mejoran el anterior registro también España (1.20.60) y Alemania (1.20.51). No es mala forma de ponerse en marcha. El barco español formado por los gallegos Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, el catalán Saúl Craviotto y el mallorquín Marcus Cooper había establecido aquel registro sideral en Tokio 2020. Y los mismos cuatro gigantes cumplen con su objetivo del día, pasar de manera directa a la semifinal (TVE, jueves, 11.50 horas) antes de la regata por las medallas (TVE, jueves, 13.50) y librarse de la ronda de cuartos que se celebraba hoy.

España arrancó fuerte, como pide Miguel García para aprovechar el empuje descomunal de Craviotto y Arévalo en la parte delantera de la piragua. Pasó en cabeza tras los 250 primeros metros. Y a partir de ahí entró en escena el motor de Cooper y Arévalo. Todo bajo control, con el objetivo de ahorrar esfuerzos y la ronda de cuartos, cuando se vieron clasificados no llegaron a plantar batalla por el oro. El primer puesto se lo llevó Alemania. Enemigos íntimos desde hace casi ocho años; aunque ahora en el barco teutón ya no palea el mito Ronald Rauhe, retirado con un palmarés descomunal. «Fue una cuestión de atención. Íbamos los dos barcos muy justos, pero nuestro objetivo ya estaba cumplido, clasificarnos evitando los cuartos, mientras que seguramente ellos sí tenían ese objetivo en mente», considera Germade.

Con cinco medallas olímpicas, las mismas que el gallego David Cal, en el mejor palmarés olímpico de un español, Saúl Craviotto se confesó desfondado, en la línea de otros primeros días de competición. «Se me ha hecho un pelín larga la regata. Pero siempre pasa así al empezar. Competimos con los dos primeros del último Mundial, Alemania, que fue oro, y Australia, plata. Teníamos ese añadido de presión», razona el líder del barco, con 39 años. «Al final, yo miraba adelante para no volcar y no sabía quién iba delante, si Alemania o Andorra», bromea. «Lo más importante es que nos hemos quitado dos regatas de 500 metros de encima», cierra Arévalo, que se refiere también a la clasificación directa para la semi del viernes de su K2 500 con Germade, sin tener que disputar hoy la repesca de cuartos.

Los dos gallegos vuelan en K2 500

Arévalo y Germade tienen un segundo objetivo en París 2024. Pelear por la final primero y por el podio después en K2 500. Hoy cumplieron su objetivo al ser segundos de su manga, solo por detrás de Polonia, evitar la repesca de cuartos y pasar directos a la semifinal (TVE, viernes, 11.10). Los cuatro mejores de cada serie avanzarán para pelear por el podio (TVE, viernes, 13.30).