La Voz de Galicia

Oyarzabal y Ayoze dinamitan Copenhague (1-2)

Deportes

ÓSCAR BELLOT COLPISA

España anuda el primer puesto de grupo asaltando la fortaleza danesa y jugará en casa la vuelta de cuartos de final de la Liga de Naciones

15 Nov 2024. Actualizado a las 23:05 h.

España anudó ante Dinamarca el primer puesto de su grupo en la Liga de Naciones, por lo que será cabeza de serie en el sorteo de cuartos de final que se celebrará el próximo viernes en la ciudad suiza de Nyon y disputará la vuelta de esa ronda en casa.

El combinado que dirige Luis de la Fuente superó a Dinamarca en Copenhague, donde los escandinavos no hincaban la rodilla desde junio del 2022, con un gol de Oyarzabal en la primera parte y otro de Ayoze en la segunda mitad, redondeando así la faena en esta primera fase del torneo en el que defiende la corona que se ciñó en el 2023.

La dinamita del delantero de la Real Sociedad, que sigue de dulce y suma ya siete tantos en la etapa de Luis de la Fuente como seleccionador, los mismos que ha facturado Morata en el mismo periodo, y de Ayoze, que acumuló su segunda diana en cuatro apariciones como internacional, selló la sexta victoria consecutiva de España frente a Dinamarca, que redujo distancias en la recta final y estuvo a centímetros de empatar, pero deberá jugarse el pase a cuartos en Serbia el lunes.

El debut de Casadó, decimonoveno futbolista que se estrena como internacional a la vera de Luis de la Fuente, puso otra nota positiva en una noche en la que las lesiones de Baena y de Zubimendi aportaron el contrapunto amargo dentro de un nuevo recital por parte de la apisonadora española, que extiende a 20 su racha de partidos oficiales invicta tras un paradón que Raya en el descuento que impidió que Olsen igualara.

De la Fuente lleva grabada a fuego en su memoria la lección que aprendió en su segundo partido al frente de la absoluta. La revolución que efectuó en el once respecto al que había dispuesto en el debut contra Noruega marcó aquella derrota ante Escocia en marzo del 2023 que puso al técnico a los pies de los caballos de forma prematura.

Desde entonces, sus alineaciones ofrecen una línea continuista. De ahí que solo aportase dos novedades sobre el último duelo frente a Serbia en la formación con la que desfiló en Copenhague: Olmo por Fabián y Ayoze por Morata. Ambas variantes eran fruto de la cautela. Fabián arrastraba las consecuencias de un problema gástrico y Morata las del traumatismo craneal que sufrió la semana anterior durante un entrenamiento del Milan.

Con la clasificación atada, había margen para primar la recuperación de los pacientes en un combinado que, por lo demás, goza de una salud envidiable de la que volvió a presumir en tierras escandinavas. No se le puede discutir la valentía a Dinamarca, que salió mordiendo con su presión adelantada.

Arriesgó en un par de acciones David Raya pese al empuje vikingo valiéndose de su buen juego de pies para romper líneas y castigar los espacios que generaba la disposición tan agresiva de los nórdicos. Del recital al susto Supo contrarrestar sin embargo España el brío local con un juego dinámico y vertical, santo y seña del bloque que comanda De la Fuente. Apoyaba su propuesta España en la polivalencia de sus atacantes, un tormento para la defensa danesa, a la que sometió a estrés pronto Pedro Porro filtrando un balón para Ayoze que el tinerfeño acabó estrellando contra la cruceta.

Se desquitó enseguida el canario asistiendo en la acción que permitió a Oyarzabal poner por delante a España, después de que Merino aprovechase un mal control de Vestergaard para recuperar el esférico y desarbolar a la retaguardia escandinava.

Recompensó ese gol el espíritu descarado de España, impasible a la presión ambiental del Parken de Copenhague, una caldera pese al gélido tiempo que saludaba el encuentro de este viernes. Tiene una personalidad tremenda esta selección que exuda confianza y dispone de un fondo de armario extraordinario.

Con solo tres titulares en Copenhague de aquellos que asaltaron a Inglaterra en Berlín el pasado mes de julio, volvió a desplegar un recital de autoridad frente a un rival que amenazaba a balón parado, pero sufría con la velocidad en la circulación española. Con todo, tuvo una gran ocasión para empatar Gronbaek en la recta final de la primera parte, mas Zubimendi olió a tiempo de desviarlo el remate del atacante del Rennes.

Magistral de nuevo el pivote de la Real Sociedad, sostén y percutor a la vez de una selección que no especulaba. Siguió persiguiendo el segundo España en una segunda parte que se abrió con una gran maniobra de Dani Olmo en la divisoria que deparó una gran ocasión para doblar la renta a Ayoze, sin fortuna con un remate desde la frontal al que dio demasiado vuelo.

Poco importó, porque Dinamarca no fue capaz de resistir la siguiente acometida de una pareja cuya simbiosis resultó letal para los escandinavos. Sirvió de nuevo el futbolista del Barça y culminó cruzando a la red el ex del Betis, plenamente asentado ya en los planes de De la Fuente tras irrumpir en la selección en vísperas de la Eurocopa de Alemania.

Recortó distancias Isaksen aprovechando una mala entrega de Fabián a David Raya, poco después de que el delantero de la Lazio estrellase contra el poste un disparo cruzado, y comprometió hasta el final Dinamarca el triunfo de España, que impidió el empate de los vikingos con una fenomenal intervención de David Raya y llegará aún más reforzada a Tenerife.

Ficha técnica

1 Dinamarca: Schmeichel, Bah, Andersen, Vestergaard, Kristiansen (Dorgu, min 87), Hojbjerg, Norgaard (Damsgaard, min 61), Hjulmand, Gronbaek (Isaksen, min 61), Hojlund (Dolberg, min 79) y Eriksen (Olsen, min 79).

2 España: Raya, Porro, Vivian, Laporte, Cucurella, Zubimendi (Casadó, min 70), Merino (Pedri, min 80), Oyarzabal, Olmo (Nico Williams, min 70), Baena (Fabián, min 60) y Ayoze (Morata, min 70).

Goles: 0-1, min 15: Oyarzabal; 0-2, min 58: Ayoze; 1-2, min 84: Isaksen.

Árbitro: Rade Obrenovic (Eslovenia). Amonestó a Norgaard, Oyarzabal, Hojbjerg, Morata, Andersen y Isaksen.

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga de Naciones, disputado en el Parken Stadion de Copenhague ante unos 37.000 espectadores.


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