De Moto2 a caminar descalzo por Pakistán: la nueva vida del piloto Axel Pons
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Hijo de Sito Pons, dos veces campeón de 250 c.c., fue piloto de Grand Prix desde el 2009 y hasta el 2017. También fue modelo de moda. Ahora recorre el mundo a pie con su mochila «en busca de una conexión más profunda con Alá»
25 Nov 2024. Actualizado a las 14:14 h.
De estar subido en una moto y ser admirado en grandes premios, a iniciar el camino de la fe. Axel Pons (Barcelona, 1991), quien también trabajó como modelo, ha dado un radical giro a su vida desde que en el 2017 completase su última temporada en Moto2. El catalán, como si de Forrest Gump se tratara, empezó entonces a caminar. Según él, su objetivo era «completar la unión con Alá». Axel abandonó el motociclismo en el 2018, señalando en una entrevista que se veía «atrapado» en el tridente compuesto por las motos, la agencia de modelos para la que posaba y su novia. Aunque en un principio parecía que iba a dedicarse a la moda, ya que fundó en el 2019 una marca propia, dejó el proyecto y se le pierde la pista después.
Y así ha sido hasta julio de este año 2024, momento en el que alguien se ha encontrado con él en Pakistán grabándolo en su travesía de introspección y descubrimiento de su yo interior. Pons luce un aspecto completamente diferente. Tiene una melena larga repleta de rastas, barba en su rostro, mochila a su espalda y porta un bastón que le ayuda en su deambular, aparentemente sin rumbo. Camina, además, descalzo.
En el vídeo, Axel señala que lleva caminando un total de tres años, los últimos 15 meses andando desde España a Pakistán. Un recorrido en el que habría cruzado un total de 10 países. «Queríamos cruzar a la India, pero no nos dieron la visa. Iremos de vuelta a Islamabad, cogeremos los pasaportes y volveremos para intentar cruzar la frontera con China», explica a su interlocutor entendiéndose en inglés y dando a entender que no estaría solo en el trayecto.
Lógicamente, el momento más sonado del vídeo que está circulando por redes sociales, se produce cuando le piden que muestre sus pies, ya que va sin calzado. «Normalmente ando sin zapatos, es precioso», comenta al pakistaní que le entrevista. Sobre su vida pasada se pregunta «¿cuál era el sentido de vivir una vida a ese ritmo?», para comentar que después empezó «a ser más y más lento, empecé a andar despacio, apreciando los detalles de la vida». «Solo teníamos el deseo de completar la unión con Alá o Dios, y esta es nuestra manera de rezar y practicar», detalla en la grabación.