El Pontevedra aniquila a un Primera (1-0)

Dos equipos. Dos mundos bien distintos. Pero más iguales que nunca en el terreno de juego. Lo decía Yago Iglesias en la previa. Esto es fútbol y sobre el verde todos juegan a lo mismo. En Pasarón, con el estadio lleno, el Pontevedra jugaba con uno más: una afición volcada para pelear por la gesta de hundir el submarino amarillo. Y lo lograron. Escribieron una de sus mejores páginas en la historia del club. La de la épica que solo pueden lograr los humildes.

Los granates bien posicionados en el campo, con Garay, Javi Fontán, Mario Gómez y Héctor Hernández atrás y con Charly como hombre gol, buscaban a través de Chiqui y Yelko reforzar ese ataque. Se topaban con la defensa férrea de un Villarreal que se cerraba atrás con hombres como Kambwala y Costa, que cortaban las innumerables llegadas al área de los granates. Pero si de alguien fue el partido fue del Pontevedra. Agresivos, confiando en sus posibilidades y generando peligro. El Villarreal se mostró lento en el juego, dejando la posesión al equipo de Yago Iglesias durante el partido.

No se habían cumplido ni diez minutos cuando llegó el primer aviso con un remate de Xabi al que no llegó Chiqui al rechace. Fue quizás la más clara del arranque del partido. Pero no la única. El resto se deshicieron dentro del área, donde llegaban a juntarse hasta siete jugadores del Villarreal para cortar el ansia granate. La presión la ejercía el Pontevedra en campo contrario, pero el oficio de los valencianos evitaban la goleada. Las acciones a balón parado eran las oportunidades que le quedaban al Pontevedra. No había opción de contragolpe. Ahí, en la velocidad y en el físico era donde se veía el abismo entre categorías.

A la vuelta de vestuarios, Marcelino metió a Cardona por Bernat, mientras Yago Iglesias siguió confiando en el mismo esquema. Algo más metidos en el partido, el Villarreal comenzó a generar el peligro que no ocasionó en la primera parte. Pero el Pontevedra contestó con un disparo de Charly casi sin ángulo y una chilena de Yelko que demostraban quien mandaba. Arriba y abajo. Garay y Mario se convirtieron en una muralla que en última instancia mantenía firme Manu Vizoso, que salvó la más clara del partido para el Villarreal al despejar con las manos un saque de córner.

Todavía quedaba partido. Los granates no querían llegar a la prórroga. Rufo, Álex González y Dalisson dieron aire al equipo cuando quedaba algo menos de media hora. A Marcelino solo le quedaba un cambio y lo agotó con Albiol, que salió en el sitio de Kambwala. El Pontevedra dio más aire con Rares por Yelko Pino y cuando solo quedaban tres minutos para el final del partido, Pasarón se vino abajo.

Un balón cruzado de Dalisson desde fuera del área subió un gol que se venía avisando desde el inicio. El trabajo tuvo su recompensa ante un Villarreal que pecó de falta de intensidad, pero sobre todo, de un Pontevedra que se está ganando a pulso el apodo de matagigantes.

Al Villarreal le quedaban cinco minutos del descuento para hacer todo lo que no pudo durante los noventa. Y ni así. Este Pontevedra es imparable. Se ha ganado a fuerza de trabajo cerrar este historia copera que empezó a escribir ante el Levante hace quince días.

Ficha Técnica

1- Pontevedra: Manu Vizoso, Javi Fontán, Mario Gómez, Iago Novo, Yelko Pino (Rares, min 84), Chiqui, Samu Mayo, Xabi Domínguez (Dalisson, min 65), Garay, Charly (Rufo, min 65) y Héctor Hernández (Álex González, min 65).

0- Villarreal: Junior, Costa, Kambwala (Albiol, min 76), Denis, Gerard (Ayoze, min 66), Parejo (Comesaña, min 66), Bernat (Cardona, min 45), Barry, Pau Navarro, Alassane (Gueye, min 55) y Pau Cabanes.

Goles: 1-0, min 87: Dalisson

Árbitro: Pablo González Fuertes, Israel Bárcena Rodríguez y Rubén Becerril Gómez.

Incidencias: 8.192 espectadores en Pasarón.