Un policía de Betanzos captura el «campanu» gallego
Deza
Los cotos dan las primeras capturas de salmónidos. Un pescador se hizo con una pieza de 8,310 kilos
02 May 2013. Actualizado a las 20:58 h.
Madrugador. Diez minutos antes de las ocho de la mañana el pescador betanceiro Juan Carlos Vázquez, de profesión policía municipal y que trabaja en Carballo, pilló in fraganti al primer salmón pescado en un río gallego. Fue en el conocido como Pozo da Moura, en el Coto de Chelo, entre los concellos de Coirós y Paderne, al lado de Betanzos. El primer salmón de la temporada en Galicia, de 70 centímetros, pesó 5,3 kilos. La gloria se la lleva esta pieza, pero en peso ganó la segunda, la que pescó un par de horas después José González, que se desplazó desde el concello lucense de O Valadouro. Se hizo con un salmón que superó los seis kilos en la báscula.
Durante el primer gran día de pesca del salmón hubo un gran número de aficionados y más expectación que en años anteriores a pesar de que el tiempo fue frío y bastante desapacible. A última hora de la tarde todavía muchos pescadores intentaban pescar las otras tres unidades que permite la ley.
Un gigante en el Ulla
El Ulla se despertó también generoso el primer día de la temporada de pesca del salmón. Dieciséis cañas afortunadas optaban por sorteo a capturar el primer ejemplar de la temporada en los cotos de A Estrada. Y no se hizo esperar. El pez fue madrugador. Un estradense, Antonio Souto Martiñeira, consiguió en menos de una hora arrebatar de las aguas un salmón de récord.
El primer ejemplar del Ulla resultó el mayor de la última década y, según algunos de los pescadores veteranos, de los más grandes que se recuerdan. El ejemplar salvaje, de casi un metro (93,4 centímetros de longitud) y 8,31 kilos, se dejó tentar por la cucharilla del pescador en el coto de Ximonde, el más cotizado de la zona.
Una conjunción de casualidades se alineó para que picara, tal y como relata Souto. Le tocó la última autorización del sorteo y justo antes de que hiciera aparición el rey del río se le rompió el sedal, que «levaba 25 anos no carrete». Utilizó además una cucharilla que trajo de Asturias su hijo Luis, quien colaboró para sacar al pez del agua.
Precisamente, en la comunidad vecina las fuertes lluvias caídas en los últimos días, y también en la jornada de ayer, dificultaron enormemente la captura del campanu, que finalmente no apareció en toda la mañana.