La Feira do Moble desvela usos «inimaginables» de la madera

En plena capital gallega del mueble, el profesor de ingeniería industrial de la Universidade de Vigo, Juan Picos Martín, demostró ayer que la carpintería es solo una ínfima parte de lo que puede dar de sí la madera.

Dentro de las jornadas técnicas de la Feira do Moble, Juan Picos ofreció una charla sobre la madera como material de futuro y demostró que «es algo más que mera tarima». «Sus usos son inimaginables», avanzó antes de pasar a detallarlos.

Según explicó, la manipulación de la materia prima permite obtener madera líquida con aplicaciones muy similares a las de los plásticos y sin sus inconvenientes ambientales. El nuevo material se está empezando a comercializar. Se utiliza, por ejemplo, en los salpicaderos de los coches de gama alta. Es un material versátil que podría empezar a ganar terreno a los plásticos por su sostenibilidad.

A partir de la madera, con la modificación microscópica de las fibras, se puede obtener además la denominada nanocelulosa, usada para la fabricación de componentes electrónicos y útil por su transparencia, flexibilidad y conductividad eléctrica.

El ponente avanzó también la comercialización de textiles con un 50 % de fibras de madera, como un vestido que lució la actriz Megan Fox fabricado en un 50 % con fibras de eucalipto.

Otro de los usos casi de ciencia-ficción de las fibras de madera es la creación de prótesis -huesos artificiales, por ejemplo- que generan menos rechazo que los de otros materiales.

La madera puede tener además usos alimentarios. El xilitol que llevan los chicles sin azúcar se fabrica con azúcares extraídos de la madera y muchos helados tienen celulosa entre sus componentes.

Entre las aplicaciones más vanguardistas figuran las cajas de medicamentos inteligentes, con sistemas para comprobar de un vistazo si se ha tomado o no la pastilla.

Para el ingeniero Juan Picos, el futuro pasa por la madera. «Tenemos el material y el personal para trabajarlo; solo nos falta la inteligencia de aprovecharlo», asegura.

«Yo comparo esto con el surf. La ola está ahí, pero hay que saber cogerla. En otros sectores sabemos que no hay ola. En el de la madera sí, depende de nosotros aprovecharla», indica.

El profesor de la facultad de Ingeniería Industrial del campus de Pontevedra cree que administraciones y centros de enseñanza deben implicarse en la apuesta por la madera como sustituto verde de otros materiales más escasos o menos sostenibles.