El curso de la UIMP de Lalín propone una reforma agraria

El curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que se está impartiendo en Lalín vivió ayer su segunda jornada con una serie de ponencias y mesas redondas que giraron en torno a la gestión de la tierra y la traslación económica. Rubén Lois González, catedrático de Geografía, disertó sobre la transformación reciente que sufrió el agro.

José Manuel Andrade, director de la Fundación Juana de Vega moderó una mesa redonda sobre la gestión del recurso tierra que contó con la intervención del ingeniero agrónomo José María Tubío y el xefe territorial de medio Rural en Pontevedra, Miguel Ángel Dubois.

Por la tarde Xoaquín Fernández Leiceaga y Edelmiro López Iglesias, profesores de Economía Aplicada realizaron una ponencia conjunta en la que abordaron el factor como elemento de competitividad en la economía agraria. Ambos explicaron las transformaciones productivas de la agricultura gallega en las últimas décadas y propusieron una reforma agraria basada en los usos y aprovechamiento de las superficies.

Consideran que el problema central de la agricultura gallega «no plano da eficiencia produtiva é que se están a aplicar doses crecentes de capital e unha tecnoloxía moderna sobre unha base territorial que non se veu transformando ao mesmo ritmo». En cuanto a las carencias incidieron en la reducidas dimensiones de las explotaciones y el aprovechamiento de las tierras. Destacaron en su intervención los beneficios de las concentraciones parcelarias que contribuyeron a reducir la fragmentación y mejoraron el acceso a las fincas. Abogan por una reforma agraria adaptada a las necesidades actuales del medio rural gallego y no centrada en la propiedad de la tierra sino en los usos o aprovechamientos y en la movilización productiva de las superficies. Una reforma que, reconocen, es compleja y requiere grandes consensos. Pusieron sobre la mesa propuestas como el aprovechamiento diversificado del monte con maderas de crecimiento rápido, de calidad, aprovechamiento de la biomasa o producción de energías renovables, la aparición de grupos comuneros y la reorientación de ayudas a las inversiones en las explotaciones.