Cuíña niega que el veto del PP fuese efectivo porque dice que él ya no estaba en la comisión que se planteó en julio
Deza
18 Oct 2018. Actualizado a las 05:00 h.
El alcalde, Rafael Cuíña, manifestó tras el pleno que aguantó «calado por responsabilidade e respecto ao traballo estes meses do goberno e funcionarios municipais para chegar ao pacto dos remanentes provocacións permanentes para que saltase e se rompesen as negociacións», durante dos meses. Mostró un correo de 30 de julio desde la alcaldía convocando al PP a las negociaciones que acaban de concluir: se fijaba allí una comisión negociadora con Nicolás González Casares, Miguel Medela y Francisco Vilariño. Se decidió en la alcaldía quién representaría al gobierno: «Eu non tiña a máis mínima intención de sentarme con Crespo para nada. Cando se chegou á primeira reunión é certo que o PP dixo que non se querían sentar con Cuíña e con Lara, e se lle transmitiu que esa circunstancia non tiña nin que ser debatida» porque en la comisión designada por el ejecutivo no estaban: «É como se eu veto a Crespo para xogar no Real Madrid».
Dijo que el gobierno decidió todo en la alcaldía con el consenso de todos: «Por iso é triste este teatrillo do PP, como cuestión de autoafirmación para intentar humillar ao alcalde diante da opinión pública. O alcalde non se sinte humillado porque é consciente de que foi el quen decidiu a comisión negociadora, e porque sabe que ten o respaldo da cidadanía, que esto é o máis importante fronte ás bravuconadas de taberna de Crespo». Cuíña se mostró convencido de que el PP no quería llegar a acuerdo, pero lo hizo tras ver los resultados de votar en contra de proyectos como el de la plaza de abastos, por lo que sería indefendible votar contra obras por 3 millones de euros: «Non foi responsabilidade o que fixeron hoxe [por ayer], porque se non a xente se lles podía botar enriba como na praza». Sabe que el PP teme que él venda estas obras, y anuncia que asumirá personalmente la obra del Golmar, que tiene especial interés en que salga adelante. Cree que era un ardid con Román Rodríguez de cara a las municipales, y al dejar Educación la incluyeron en este paquete.
«Crespo tentou joderme a vida»
Cree que Crespo se lamentó estos dos meses de forma falsa, «como é a súa personalidade, nunha actitude infantil e propia de Barrio Sésamo: ninguén cre que o alcalde non estivera na negociación» de obras por 3 milllones. En caso de no haber acuerdo, anticipó a la oposición que se habrían dedicado los fondos a amortizar deuda: era el plan B.
Insistió en que es mentira que él instigase la denuncia de APAC, a la que renunciaron sumarse CxL y PSOE. Lo contrapuso al hecho de que «a min Crespo intentoume joder a vida, literalmente, a política e a persoal», refiriéndose al caso de O Corpiño porque la denuncia en mayo del 2016 partió de una concejala del PP: «Era un tema do PP, que lles saiu mal e se arquivou en 5 días, e sei as teclas que tocou Crespo. É de cinismo extremado dicir que non tivo nada que ver nesto cando me consta o contrario». Dijo que es curioso que Crespo presuma de no pactar con el alcalde y sí con un tránsfuga, que cree traicionó a vecinos de Cadrón.
Cuestiona ataques directos del PP a sus tíos, su mujer, su madre y sus empresas, calificando a Crespo de Bruto asesinando a César en términos políticos, por permitir el asesinato político de Xosé Cuíña que le llevó luego a su muerte física. Le extrañó que Crespo dijese que sabe lo que hay en su ordenador: «Se é certo esto, pasamos a cuestións maiores».