La Voz de Galicia

El cocinero lalinense Alberto López se trajo al equipo del Lera a descubrir el cocido

Deza

Rocío Ramos Lalín / la Voz

Con sus compañeros de este restaurante con una estrella Michelín visitó también Embutidos Lalinense y el Muíño de Cuíña

10 Feb 2022. Actualizado a las 05:00 h.

El lalinense Aberto López es actualmente uno de los miembros del equipo de cocina del restaurante Lera de Castroverde de Campos, en Zamora, un templo culinario que tiene la caza entre sus especialidades y suma una estrella Michelín, una estrella verde Michelín y dos soles Repsol. En su currículo, López suma su trabajo en otro restaurante con estrellas: el Culler de Pau con dos, además de otros lalinenses como La Molinera o el Cabanas.

Ayer, haciendo patria, aprovechó el día de cierre del restaurante para traerse a la mayor parte del equipo de cocina, incluido Luis Alberto Lera, a Lalín donde pudieron degustar las excelencias de un cocido y descubrir la calidad de los productos de la zona. López explica «yo les hablé mucho del cocido y la cosa empezó por ahí, hasta me llevé una cacheira y llegamos a hacer un cocido allí».

Una cosa llevó a la otra y, añade, «tenían mucha curiosidad porque yo siempre hablaba del cocido y acabamos en Lalín aprovechando el día libre». El viaje, apunta, «son tres horas», por lo que les dio tiempo a aprovechar la escapada. Señala que «vinimos diez personas» y por la mañana parte de la comitiva, en concreto cinco, visitaron las instalaciones de Embutidos Lalinense donde pudieron conocer de cerca todo el proceso de curación de las carnes y de elaboración de los diferentes productos que comercializa la firma.

Cruz López, de la empresa lalinense, explica que «preguntaron moito» y espera que la visita les pueda haber servido de inspiración para incluir algún producto lalinense en la carta. El restaurante zamorano cuenta en la carta con una pata de jabalí marinada y los procesos de curado, ahumado y salado que se realizan aquí les interesaron especialmente. El cocinero lalinense cuenta que antes de venir contactó con la empresa para gestionar la visita y que todo fueron facilidades. Les contaron que era casi la primera visita que recibían en dos años después de este largo impás derivado de la pandemia. En Embutidos Lalinense se mostraron encantados de poder recibir a este equipo de profesionales de la cocina y de poder enseñarles lo que hacen.

Alberto López señala que la idea era que sus compañeros pudieran disfrutar no solo de la experiencia de un genuino cocido lalinense sino también que pudieran conocer su pueblo y sus productos. Señala que quedaron encantados con la visita en Embutidos «que iba a ser de media hora y estuvimos hora y media» y a la que se sumó otra productiva al Muíño de Cuíña.

En el restaurante La Molinera, con Diego López al frente de los fogones, pudieron disfrutar de la experiencia de un cocido que remató bien avanzada la tarde con una queimada. Alberto López cuenta que «fue el kit completo» y que sus compañeros están «encantados. Nos trataron de maravilla». Les llamó la atención entre otras cosas, dice, la calidad de la miel de aquí. «En el restaurante desayunamos tostadas con miel y con aceite» apuntando que «yo me llevó botes de miel de aquí cada vez que me voy, además del pan. La última vez que vinieron mis padres me llevaron un saco de pan, el de Lalín es totalmente adictivo».

En Zamora, Alberto López confiesa que tiene morriña de verde y en el viaje sus compañeros notaron también el cambio «porque pasas el túnel entrando en la provincia de Ourense y ya cambia el paisaje. Aquí es todo verde y montaña» en contraste con la planicie castellana. El grupo no se irá de vuelta a Castroverde de Campos con las manos vacías. Alberto López asegura que «nos llevaremos una cacheira, algo de miel y alguna cosa más, seguro».


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