Para algunas explotaciones ayer fue ya el primer día sin recogida de la leche

La huelga de transporte pesa también sobre la industria láctea, que se está viendo obligada a dejar de recoger el producto. Ayer no lo hacía Lactalis, entre otras, a la que venden ganaderos de la cooperativa Trasdeza y de la de Castro, en Lalín. En estas explotaciones la última recogida se llevó a cabo el miércoles por la noche y este jueves no hubo.

Algunos de los ganaderos de la zona explicaban ayer que de momento aun pueden aguantar un día más almacenando la leche en sus instalaciones, pero pasado ese tiempo la opción será tirarla. Eso supone pérdidas importantes de dinero y de miles de euros que seguirán haciendo mella en un sector que ya se encuentra al límite y que lleva arrastrando una situación que se está haciendo cada vez más insostenible derivada de la escalada imparable de los costes de producción y los bajos precios de la leche. La cooperativa Trasdeza agrupa a 45 ganaderos que suman entre 3.000 y 3.500 vacas.

En otras explotaciones de la zona ayer sí se realizó la recogida pero con el aviso, en muchos casos, de que sería el último día. En la ganadería Manteiga de Oirós, en Vila de Cruces, a Jesús le recogieron ayer la leche en torno a las 13.00 horas. Comenta que las industrias están sin palés, botellas y ya no tienen capacidad de almacenamiento. Como ocurre en todas las industrias alimentarias la huelga hace que no entre materia prima y tampoco salga producto, con lo que la situación perjudica a todas las partes.

Los ganaderos de la zona hacían ayer un llamamiento a la cordura para evitar tener que repetir una escena que no esperaban no volver a ver: observar con impotencia cómo se vacían tanques de leche en las fosas de purín. Los productores recibían además un comunicado emitido por Inleit que avisaba que se veían obligados a suspender la recogida de leche desde la pasada noche. Achacaban la decisión a «la falta de productos de desinfección y limpieza, la falta de palets, otros insumos, falta de capacidad en almacén y la imposibilidad de dar salida a la nata» que les impide, dicen, seguir descargando y procesando la leche.