Escultor de palabras como puños
Deza
18 Feb 2023. Actualizado a las 23:16 h.
Muchas gracias por permitirme poner voz al sentimiento de desamparo común ante la ausencia, por primera vez en el Cocido das Artes, de nuestro admirado y querido amigo Paco Pestana. Genio de un apocalipsis plástico. Escultor de palabras como puños, ácrata feroz del cadáver exquisito, explorador del subconsciente, torero, caballero legionario armado con filloas de sangre y un ramo de grelos, humanista defensor de su querida Galicia caníbal, mágica y brutal. Contador de historias, polemista, showman, improvisado ciclista, fabulador, filósofo, maestro.
Icono del surrealismo, irreverente poeta, antidogmático, antiacadémico, chamán mágico del absurdo y del esperpento, de la inteligencia y de la provocación. Líder revolucionario con sacho y botas de goma, demiurgo de un universo inclasificable, creador de un extraordinario bestiario mágico de seres irracionales, erotismo vitalista y pasión sobrehumana por la vida, jugando a ser Dios y el diablo en un teatro convertido en necrópolis extraña de pájaros disecados con su hedor a mediocridad y muerte, espeso pantano de flores de plástico, que transformas en tableu vivant con la ironía afilada como un plato de cuchillas y el corazón de cielo. Te siento aullar como un lobo sobre las babas espesas y huecas de los sapos que pretenden hacer del arte una feria.
Vuela alto y libre, tarareando un pasodoble y comiendo berberechos, esculpiendo con polvo de estrellas, constelaciones de patatas, caballos, arado y sirenas bicéfalas.
Quiero que tu voz suene hoy aquí, que tus palabras arañen nuestro corazón entre el caos y la risa, rompiendo la disnea que produce el silencio maldito de tu ausencia.
Huérfanos y desorientados sin la magia de tu talento, de tu ser surrealista y valiente, de tu nobleza, perdidos estamos como Precipicio, tu perro.
Ya no quedan artistas transgresores ni brillantes conversadores, en un mundo domesticado por una normalidad que unifica desde el perfil más bajo a una sociedad subordinada a una libertad que no existe.
Amigo Paco, compañero. Estoy cazando a besos los lobos de tus sueños. Aserrando el mundo por la mitad.