El San Xoán se convierte en un SOS: «Que ninguén apague a luz do Areal»

La indiscutible magia de la noche de San Juan tuvo también un punto reivindicativo en el municipio de A Estrada, donde el área fluvial de O Areal lanzó un luminoso SOS por la ribera del Ulla.

Los organizadores del evento aprovecharon la presencia de numerosos visitantes para ponerles al corriente de las amenazas para el enclave. Una asociación local se encarga los 365 días del año de O Areal y se aplica para que todo esté siempre a punto. No solo para el San Xoán. Lo que le preocupa al colectivo vecinal es el proyecto de la Xunta para acabar con una especie vegetal invasora conocida popularmente como robiña. Según explican los afectados, la Xunta impulsó en el 2018 una tala de robiñas al borde del río Ulla en el tramo comprendido entre el puente de Sarandón y Ponte Ulla. El colectivo asegura que la tala de robiñas sin más no erradica la especie, sino que causa la reaparición de múltiples brotes que facilitan su expansión. Los vecinos explican que la Xunta contrató entonces talas con retoques durante tres años que fueron insuficientes para mantener a raya esta especie vegetal. La aventura terminó con un reclutamiento de voluntarios para erradicar esta especie en los años siguientes.

Este año, la Xunta ha vuelto a activar la campaña de eliminación de robiñas a orillas del Ulla y la zona de actuación prevista comprende el área de O Areal. El colectivo se opone a ello. Según explican, estas talas trastocarían gravemente el ecosistema del Areal. En la zona hay ejemplares con hasta ocho décadas de antigüedad que ya forman parte del paisaje. «A paraxe é bonita cas robiñas tamén», dicen al tiempo que advierten de que, para acabar realmente con esta especie invasora, serían precisos al menos seis años de cortas periódicas de los brotes. De lo contrario, en lugar de erradicarse, el problema se agravaría.

La noche de San Xoán, con las luces de los teléfonos encendidas al estilo de los mecheros de antaño, decenas de visitantes participaron en una performance colectiva bajo el lema «Que ninguén apague a luz do Areal».

Por lo demás, toda la comarca celebró la mágica noche con más de 350 lumeiros, como el que tuvo lugar en Cortegada (Silleda), donde también hubo una cena vecinal antes de saltar la hoguera.