Los cazadores de la zona pusieron fin a las batidas disuasorias de jabalí
Deza
Si se mantiene el calor, se aplazará el inicio de la temporada de caza
24 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Las asociaciones de caza de la zona pusieron fin a las batidas de dispersión de jabalí que se vinieron celebrando a lo largo de este último mes. En el caso de la Sociedade de Caza de Lalín, la última tuvo lugar el pasado fin de semana, pero ya no habrá hasta que se retome la nueva temporada de caza mayor, cuyo inicio algunos tecores barajan retrasan si continúan las altas temperaturas.
El calor es la principal razón de que se parara ya con estas actuaciones porque con los termómetros disparados los perros sufren en el monte y no pueden trabajar.
El objetivo de estas batidas es mover a los jabalíes y obligarlos a marchar a otros sitios. Se llevan a cabo con los perros, pero sin armas. En Lalín se actuó especialmente en zonas de las parroquias de Cangas, Moneixas, Goiás y Maceira, entre otras, a petición de agricultores y ganaderos y a consecuencia de los daños causados en prados y cultivos. Son actuaciones que, apunta, consiguieron su propósito. Los cazadores van por la mañana al monte y son los perros los que siguen el rastro para encontrar a las manadas de jabalíes.
El presidente de la Sociedade de Caza de Lalín, José Luis Montoto, señala que «si moves a unha nai con crías, esta se encarga de non volver a zona da que se botou para protexer as crías».
En cuanto al calor, explica que «subiron moito as temperaturas e xa non podemos ir cos cans». La nueva temporada de caza mayor, que marcará también el posible inicio de las batidas de jabalí, empieza el 17 de agosto pero en Lalín, apunta, la idea es no retomarlas hasta el mes de septiembre, en el caso de que las temperaturas lo permitan para dejar también un tiempo de descanso a las cuadrillas que llevan saliendo al monte la mayor parte de los fines de semana del año.
En Forcarei, apunta el presidente del Tecor, se realizaron algunas de estas batidas disuasorias a lo largo de este último mes y en cuanto a la nueva temporada esperan poder iniciar la fecha prevista si el calor lo permite alegando que los aficionados a la caza están ya deseando retomarla. En su caso se detectaron daños especialmente en la zona de Presqueiras y de Aciveiro.
En Dozón, explica el presidente de la Sociedade de Caza, José Rodríguez, no fue necesario realizar batidas disuasorias, aunque si se registraron daños en la siembra del maíz.
Retrasos en las cosechas por el tiempo y ausencia de cuervos
Si el pasado año, la invasión de cuervos fue un problema importante en Lalín, que obligó a la Sociedade de Caza a pedir la realización de batidas, este año, apunta Montoto, «hai algún pero, en xeral non se ven bandadas e moito menos como as do ano pasado». Una invasión que se dejó sentir especialmente en la zona de O Corpiño en la parroquia lalinense de Losón, donde estas aves acaban con la fruta y con todo lo que encontraban a su paso ya que se trataban de bandadas muy grandes. Este año ni siquiera fue necesario actuar y no se registraron quejas por este tipo de aves. También es cierto que el frío y una primavera lluviosa hizo que las plantaciones de todo tipo se retrasaran y con ellas también las cosechas, algo que pudo influir. El verano, están convencidos los cazadores, este año se prolongará a septiembre.
Daños en los prados y los cultivos y presencia de numerosas madres con crías
Los cazadores coinciden en la detección de numerosas madres con crías de jabalí en la zona en estos momentos. En cuanto a la temporada de batidas, en Dozón, apunta Rodríguez, «este ano abatéronse 109 xabarís, un récord en Dozón e chegamos a ver manadas de 10 ou 17 xabarís». La temporada, coincide también Montoto, «empezou fogosa» pero luego se fue calmando.
En Forcarei apuntan que estos animales salvajes causaron daños «nas patacas, nos prados e no millo». En Dozón también se cebaron con la hierba sembrada y que se comían. En los prados sí que se están viendo las actuaciones de estos cerdos salvajes en algunas zonas.
En cuando a los maizales, en Lalín, apuntan, que este año no se produjeron tantos daños como otros en la época del sembrado del maíz. La inestabilidad atmosférica retrasó este año la siembre del maíz en muchos lugares de la zona. Montoto apunta que hubo quien no sembró hasta finales de junio o principios de julio y solo hace falta dar una vuelta por la zona para ver que las plantas están mucho menos crecidas que otros años por estas fechas. Esto va a propiciar, dicen, que igual se produzcan menos daños, ya que cuando las espigas estén ya crecidas y sean apetecibles para los jabalíes ya habrá comenzado la temporada de caza y con ella las batidas.
En Dozón, Rodríguez, cuenta que aunque al principio de temporada vieron muchísimos jabalíes «logo deixamos de velos» y creen que están refugiados en algunas zonas en las que se pueden surtir de agua.
En cuanto al maíz, señala que en la zona, dio más problema un gusano al que los ganaderos y agricultores denominan, rosquilla, que las incursiones de los jabalíes. Explica que «é un verme que come onde está a raíz e seca a planta dun día para outro». Eso hizo que en algunas zonas como la de O Sisto, donde se concentra gran parte de la actividad ganadera del municipio, hubo vecinos que tuvieron que sembrar varias veces el maíz.