Preocupación por la expansión de la microcistina en Portodemouros

El pasado mes de mayo las aguas que bañan el área recreativa de Brocos, en el embalse de Portodemouros, fueron declaradas de una calidad «excelente» por parte de la Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidad. Se trataba de la primera vez que registraban ese nivel de salubridad desde que se tomaban muestras del agua. Una buena noticia que se ha convertido en un espejismo para bañistas y usuarios del área recreativa, ya que la microcistina está atacando de nuevo su cauce.

La toxina que tiñe de verde el embalse regresó a Portodemouros después de aparecer en el mes de julio, dos meses después del visto bueno de la Xunta. Vecinos del entorno señalan que el color verde de las aguas no se fue del todo desde entonces y ahora ha empeorado. Es especialmente llamativa la imagen en la parte del puente que conecta Brocos con Santiso, donde la salubridad brilla por su ausencia.

Por fortuna, este brote de microcistina se produce en una época en la que no se utiliza con frecuencia el embalse parea actividades deportivas. El mal estado del embalse preocupa a los vecinos y pescadores, indicando que se debe principalmente a la contaminación que generan los vertidos de las explotaciones porcinas de intensivo y el área industrial de Melide.