El TSXG suspende cautelarmente tres parques eólicos en Terra de Montes
Deza
07 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha paralizado cautelarmente tres nuevos proyectos macroeólicos en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes: Monte Festeiros, Outeiro Grande y As Penizas. Esta determinación del tribunal gallego supone que, pese a contar con la autorización administrativa y de construcción de la Xunta de Galicia, las obras de estos polígonos industriales no se podrán iniciar hasta que no se dictamine sentencia sobre los recursos contencioso-administrativos interpuestos por las organizaciones ecologistas y los colectivos afectados contra las autorizaciones, cuya efectividad queda así suspendida temporalmente.
El TSXG justifica las medidas cautelares dictadas en base a indicios probados por los ecologistas de que las obras de estos parques podrían ocasionar daños irreparables en el medio ambiente por la afección a áreas de especial interés paisajístico, a determinadas especies de avifauna y hábitats protegidos, así como por la proximidad de las infraestructuras a espacios naturales protegidos como Red Natura.
Un corredor ecológico
En el caso del parque eólico Monte Festeiros, los ecologistas recuerdan que prevé la instalación de diez aerogeneradores de hasta 180 metros de altura en los concellos de Silleda y Forcarei, con una potencia total de 48 megavatios. El proyecto está enclavado entre dos espacios naturales protegidos como Red Natura: el nacimiento de los ríos Umia y Toxa en la Serra do Candán y las Brañas de Xestoso. Los ecologistas califican la zona como «un corredor ecolóxico moi singular no que se conserva un rico patrimonio natural e cultural».
Por su parte, el parque eólico Outeiro Grande, entre A Estrada y Forcarei, contempla cinco aerogeneradores de 180 metros de altura y afectaría a las Brañas de Xestoso, turberas y humedales.
Por último, el parque de As Penizas pretende instalar seis aerogeneradores de 200 metros de altura en los montes de Cerdedo-Cotobade y Forcarei. Los opositores al proyecto subrayan que afectaría a una zona con más de veinte mámoas, petroglifos y lagunas artificiales. También a una especie en peligro de extinción, el millfre real (Milvus milvus) y otras vulnerables.