El sueño cumplido de Emilio Rúa
Deza
A sus 55 años el estradense ha conseguido rebajar tres minutos su marca personal y completar su tercer maratón en menos de tres horas
05 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.
El estradense Emilio Rúa Vaamonde (Verín, 1969) es adicto a la carrera. Lo es ya desde niño, pero conforme los años pasan el cuerpo le pide más recorrido, así que el estradense está ahora metido de cabeza en el mundo de los maratones. «Din que correr é de covardes, pero eu corrín desde sempre. Antes facía menos distancias. Coa idade perdes rapidez. É normal ir deixando as carreiras pequenas por pobos e cidades, de 7 a 10 quilómetros, e ir a percorridos máis longos. Eu deixei ese tipo de probas máis curtas e agora só fago carreiras de longa distancia», explica.
Hace una década que Emilio Rúa se enganchó a los maratones. Hasta la fecha lleva nueve en sus zapatos. Durante la pandemia tuvo que parar, pero para compensar hizo algún año de dos. Al estradense, el esfuerzo no le da miedo. Quizás por eso ya suma más de una treintena de medias maratones y en los maratones completos no deja de mejorar sus tiempos.
El último maratón que corrió Emilio Rúa fue el domingo pasado en Valencia. En la general, quedó en el puesto 3.682 de un total de 36.747. En su categoría (más de 50 años), el estradense se hizo con el puesto 183. Pero al deportista no le importan las medallas. Lo que le satisface es continuar superándose y logrando las metas que se va poniendo, que cada vez son más ambiciosas.
En Valencia Emilio Rúa logró completar los 42 kilómetros y 195 metros de la prueba en dos horas y 54 minutos. «Para os afeccionados coma min, a ilusión é baixar das tres horas. Para un profesional iso non é nada, pero para un afeccionado xa supón entrar na elite, porque non é fácil estar aí», explica Emilio Rúa. En Valencia, además de volver a bajar de las tres horas ya por tercera vez, el estradense logró rebajar su marca anterior en tres minutos.
Desde que se inició en las carreras de larga distancia, el deportista no ha dejado de mejorar sus marcas. Según explica, sus únicos secretos son la experiencia y el entrenamiento. «Co paso dos anos, vas levando golpes e vas aprendendo. Eu levei algún pau grande por non conseguir o meu obxectivo, pero ao final daste conta de que es un afeccionado, non un profesional, e aprendes a desfrutar, que é do que se trata. Vas sen a presión de ter que bater un récord. Xa non tes esa necesidade e tómalo doutra forma», cuenta. Paradójicamente, desde que se ha liberado de la presión autoimpuesta, Emilio Rúa ha mejorado sus resultados sin recurrir a entrenadores o sobreesfuerzos.
El estradense es completamente autodidacta en el mundo del maratón. «Non teño nin adestrador, nin nutricionista nin vou ao ximnasio. Como de todo, adestro eu pola miña conta, o ximnasio non o toco e vou aprendendo dos erros», explica. Lo que sí tiene Emilio es una rígida disciplina que no le da pereza en absoluto cumplir. «Para unha maratón necesitas catro meses de adestramento. Eu adestro mínimo cinco días á semana. Normalmente fago dous días de series, dous de rodaxes curtas e un día unha tirada longa. Serían uns 80 quilómetros á semana», explica. «É duro. Necesitas moito adestramento e preparación psicolóxica», reconoce.
Para Emilio Rúa, el resultado de Valencia es un sueño cumplido, pero no el fin de su hoja de ruta. «Gustaríame probar fóra e teño en mente a maratón de Milán, porque as de París ou Nova Iorque son prohibitivas», cuenta.