La pionera de la gimnasia artística en A Estrada
A Estrada
Lleva más de 20 años acercando a los más jóvenes estradenses los valores del deporte y la gimnasia
05 Jul 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Si ven a algún joven estradense dando una voltereta lateral, haciendo el espagat, el pino, o cualquier otro ejercicio de gimnasia artística, lo más probable es que lo haya aprendido con Sofía Mosteiro (Ginebra, 1974). Esta entrenadora suiza tiene el mérito de haber sido la principal impulsora de esta modalidad deportiva en A Estrada, cuya oferta a finales del siglo pasado estaba principalmente centrada en el fútbol, el atletismo o el baloncesto.
Entrenadora y fundadora del Club Ximnasia Estrada, monitora de la escuela municipal de gimnasia y dueña del gimnasio Absolute, desde hace más de 20 años Sofía descubrió a los jóvenes de la localidad un nuevo deporte con el que disfrutar, aprender y desarrollarse físicamente, rompiendo las barreras y estereotipos que se asociaban a esta práctica deportiva.
Sofía aterrizó en A Estrada a finales de los años 90. Nacida y criada en Ginebra, se fue a Galicia en la adolescencia con sus padres para instalarse en Agolada. «Acabei de estudar o instituto en Lalín e logo fixen Ciencias da Actividade Física e do Deporte entre Santiago, Pontevedra e Madrid» recuerda. Una vez titulada, emprendió su camino laboral en Santiago, donde también fue pionera. «Fun unha das primeiras mulleres en ser monitora dunha sala de máquinas, xa que o mundo das pesas estaba ligado aos homes», asegura.
Aunque llegó por primera vez a la localidad en el 98, fue un poco más adelante cuando decidió instalarse definitivamente en la capital de la Terra de Montes. «Empecei a dar clases no Shaolin na Estrada pero compaxinábao con traballo de Santiago. Pero decidín facer un estudo de mercado de deportes porque quería abrir unhas instalacións propias», señala. Esta meticulosidad le llevó a descartar las plazas de Lalín, Santiago, Bertamiráns, Noia y Melide, de manera que fue en A Estrada donde los baremos se ajustaban más a sus objetivos.
En el 2000, hace ya 21 años, Sofía abrió en la calle Gradín el Absolute, centro deportivo de referencia en la localidad, que en la actualidad se encuentra justo enfrente, adaptado a un mayor volumen de trabajo. «Como vin que se empezaba a animar a cousa, dirixinme ao Concello para saber se poderían habilitar unha instalación para poder das clases de ximnasia artística. O primeiro lugar que me ofreceron foi no ximnasio antigo do Pérez Viondi, pero como había moitos nenos, trasladámonos ao frontón, que agora é o recinto do pádel», comenta.
Desde entonces cientos de niños y niñas de A Estrada han pasado por sus manos, mostrando un deporte que en sus inicios en la zona, generaba ciertas dudas a algunos padres. «Ao principio había que explicar aos pais que non era rítmica, que o seu neno non ía ir co lazo. Como levaba a palabra artística xa pensaba que solo era para nenas, e rachamos con moitos estereotipos porque pensaban que era solo para rapazas», indica.
El trabajo y la dedicación de Sofía se ve reflejado en el cariño que recibe de los padres, antiguos alumnos y sus pupilos actuales. «É moi gratificante ver como recibes o cariño da xente. Alégrame moito que despois de tanto tempo síganme recoñecendo, saudando e recordando con tanto agarimo. De feito agora están vindo os meus primeiros alumnos a levar aos seus fillos a facer ximnasia», afirma.
Su labor no solo se enmarca en el apartado competitivo y divulgativo. Una de las particularidades de su gimnasio es la actividad física adaptada a nivel patológico. «Este é unha signo de identidade que nos caracteriza. Teño persoas con patoloxías graves e enfermidades onde o deporte apórtalles unha mellora na calidade de vida», explica.
En el apartado competitivo, la escuela municipal no le permitía poder especializar a sus alumnos más brillantes, derivándolos a sus amigos del club Ximnasia Pontevedra. Sin embargo, desde el 2015 fundó el Club Ximnasia Estrada, con el que compite en diferentes campeonatos, dando un paso más en la formación deportiva estradense.
Sofía dice ser quien es gracias a sus padres y a la labor de sus entrenadores en Suiza, que le inculcaron la pasión por la enseñanza desde pequeña. «Marcáronme moito os meus monitores en Xinebra, foron esenciais para que acabase estudando INEF e decidira dar clases, o xeito que teño de ensinar é grazas ao que aprendín deles. Gústame saber que eu tamén plantei a semente de dar clases aos meus alumnos, e ver que moitos están seguindo o meu camiño estudando para dar clases de ximnasia», recuerda.