La granja Pico Fuciño adquiere tres ejemplares de la raza escocesa
27 May 2022. Actualizado a las 09:38 h.
Tres vacas peludas llaman desde hace unos días la atención de los vecinos de Callobre (A Estrada). No son frisonas ni rubias gallegas. Ni siquiera cachenas, caldelás o frieiresas. Las tres vacas que desde este lunes campan a sus anchas por las fincas de la granja Pico Fuciño son sus primas lejanas escocesas. Tienen los cuernos bien grandes y un largo flequillo que casi les tapa los ojos por completo.
Según explica la granjera Isabel Villamor López se trata de vacas de la raza highland, procedentes de las Highlands, las Tierras Altas de Escocia. Están adaptadas a las duras condiciones climáticas de aquel hábitat, donde se crían, sobre todo, para la producción de carne. Las tres de A Estrada, en cambio, tendrán más suerte que sus congéneres. «Nós traémolas de mascotas, non para leite nin para carne. Gustáronnos e trouxémolas para seguir ampliando a familia na granxa», explica Isabel Villamor. Ella y Roberto Ríos Rivadulla están al frente de la granja Pico Fuciño, en la que crían por afición en torno a medio centenar de animales. Hay vacas de distintos tipos, ovejas, burros, ponis, gallinas, patos, pavos reales y hasta alpacas, que en su día también llamaron la atención del vecindario y hoy ya son viejas conocidas con un buen puñado de fans.
Las tres vacas highland de A Estrada, en realidad, no han llegado desde las Tierras Altas. Proceden de una granja de Narón que a su vez había adquirido los animales en Alemania. El macho, de color negro, ya venía bautizado como Sebastián. Una de las hembras, la rubia, se llamaba Hawái. A la otra, de color negro, la bautizaron en la granja estradense, donde después de un sondeo en las redes sociales decidieron ponerle por nombre Bombay. Se nota que el pop de Mecano dejó huella.
Sebastián, Hawái y Bombay pastan ahora encantadas en las fincas de Callobre bajo la recelosa mirada de los transeúntes. «Non requiren ningún coidado especial. Afixéronse moi ben e son moi tranquilas. Tiñamos medo co macho, porque con eses cornos impresiona, pero de momento todo vai ben. É un macho moi nobre», explica feliz Isabel Villamor.
Cerdos del tamaño de una mano
El trío escocés no es la única incorporación de esta primavera a la granja Pico Fuciño. Isabel y Roberto también están criando tres mini pigs, una raza de cerdos más pequeños que los vietnamitas. Los animales, que aún toman biberón y están empezando con el pienso, son apenas del tamaño de una mano. La granja prevé abrirse a visitas a lo largo de este año.