Johanna Medina: «Nunca cobramos las horas que invertimos en elaborar una pieza»
Lalín
De la curiosidad que sentía por las técnicas artesanales surgió su actual dedicación
16 Oct 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Observar la destreza de su madre con el ganchillo pudo ser lo que llevó a Johanna Medina Vivas a dedicarse actualmente a la artesanía. Antes de emprender en este vasto mundo creativo trabajó en el sector textil, que tantas décadas de gloria y pujanza tuvo en Lalín. Sin embargo la profunda crisis que padeció un gremio que empleaba a cientos de ciudadanos llevó a Johanna a replantearse su futuro profesional, y apostó por la artesanía. Comercializa sus productos bajo la marca de Johanna Artesanía.
-¿En qué momento comienza su relación con la artesanía?
-Desde pequeña veía a mi madre hacer ganchillo, y creo que ese recuerdo me ha influenciado positivamente. Hace un par de años al perder mi trabajo me entró la curiosidad por las diferentes técnicas artesanales y descubrí que se me daban muy bien. Además, algo muy importante, era algo que me gustaba mucho.
-Hubo que prepararse adecuadamente para abrirse paso en esta profesión.
-Los primeros pasos fueron a través de una formación totalmente autodidacta pero luego llegaron los cursos, y sobre todo practicando mucho.
-¿Qué tipo de trabajos realiza?
-Me dedico a todo lo relacionado con la decoración artesanal, es decir; tapices, lámparas, cestas, atrapasueños, maceteros, bandejas... Además también realizo objetos para bebés como sillas colgantes, columpios, cestas con artículos para recién nacidos... Ahora mismo estoy trabajando en la creación de una serie de piezas decorativas para habitaciones infantiles que pueden ser personalizadas.
-¿Qué tipo de materiales suelen predominar en sus creaciones?
-Acostumbro trabajar con todo aquel material que sea natural. Empleo en mis creaciones cuerdas de algodón, cuerdas de alga marina, mimbres, rafia, yute, médula de ratán, y todo aquello que siendo natural y sostenible pueda servir para realizar mis creaciones. Lo cierto es que la naturaleza nos provee de muchos recursos que nos ayudan a vivir, pero no es menos cierto que es importante e imprescindible ser siempre respetuosos con el medio ambiente.
-¿A dónde están yendo a parar sus creaciones?
-Pues estoy vendiendo mis trabajos a particulares, a organizadores de eventos y también a floristerías. Mis creaciones pueden encontrarse también en tiendas ecológicas; aquellas que quieren ofrecer a su clientela productos sostenibles, también cuento en mi cartera de clientes con diseñadores de interiores. En definitiva mis trabajos van a todas aquellas personas y empresas que desean tener una pieza única realizada artesanalmente y con posibilidad de personalizarla. Quien ama la artesanía y quiere apostar por la sostenibilidad, y por un producto único y exclusivo seguro que siempre encontrará lo que busca en Johanna Artesanía.
-¿Cuáles son los principales escollos con los que se encuentra?
-Lo primero que destacaría es que la artesanía no está suficientemente valorada todavía en la actualidad. En general se piensa que el precio de los productos artesanos es elevado, pero lo cierto es que no es así ya que realmente nunca cobramos las horas que invertimos en la elaboración de cada pieza. Por otra parte cada vez nos encontramos más piezas que llegan desde otros países con unos precios muy bajos y que son vendidas como artesanales y realizadas bajo condiciones laborales totalmente inhumanas. Tengo que añadir que no existe tanta formación relacionada con el sector artesano, que sería muy positivo que existiera, y que desde las administraciones se fomentara más este tipo de formación.
«Estoy con un encargo en el que llevo mil metros de cuerda de algodón y miles de nudos»
Las creaciones de Johanna van ganando cada vez más lugares de exposición y clientela.
-Hay personas que me solicitaron alguna pieza después de ver algún trabajo expuesto pero también se pueden ver a través de las redes sociales. Johanna Artesanía tiene presencia en Instagram y en Facebook, por ejemplo. Además tengo la suerte de que en Lalín siempre hay gente dispuesta a ofrecerme un escaparate para dar visibilidad a mis productos, y eso lo agradezco un montón.
-Escaparates, redes sociales, boca a boca para dar visibilidad a su trabajo pero, ¿sería necesario impulsar más ferias o eventos centrados en el trabajo artesano para divulgarlo?
-Indudablemente. Es importante seguir divulgando el valor de la artesanía y además debemos concienciarnos del bien que hacemos a nuestro planeta cuando compramos un producto artesanal, y que sea de proximidad.
-Comentaba que trabajaba por encargo.
-A veces si. En ocasiones mis clientes me encargan piezas que ven en revistas o simplemente me plantean ideas que tienen, de piezas que no encuentran, y yo me encargo de darles forma. Reconozco que me encanta y aprendo cada vez que me piden algo. Es todo un reto.
-¿En qué proyectos está centrada?
-Estoy preparando un encargo para un centro de Lalín. Es un panel que dividirá dos espacios en el que ya llevo más de mil metros de cuerda de algodón y miles de nudos hechos. Estoy preparando el final del proyecto del curso de emprendimiento, tengo pedidos de cestas para una tienda ecológica y empezaré a diseñar cestas para la flor de Navidad. Tengo miles de ideas pero me falta tiempo. La artesanía requiere de muchas horas de dedicación.