El pleno de Lalín se tensionó al debatir la moción sobre Cuñarro

Ni la fecha tan especial del 25-N, Día Internacional de la Violencia de Género, atemperó la confrontación dialéctica en el pleno celebrado ayer en Lalín. El debate político se tensionó de forma significativa al debatirse la moción de CxL donde solicitaba la comparecencia del edil de Obras, José Cuñarro. Rafael Cuíña se encargó darle lectura para incidir inicialmente en que no era nada personal pero querían preguntar, «aunque é máis unha reprobación que unha petición de comparecencia», si era cierto la implicación de Cuñarro en una discusión con una funcionaria que derivó en la baja de esta durante un mes, en unas obras presuntamente realizadas en una finca de su familia y en una orden «con actitude déspota» hacia operarios de la anterior concesionaria del servicio de aguas.

«Vostede falou de que CxL era rastreiro e covarde e agora ten a posibilidade de debater porque se é certo o da funcionaria, e aquí temos testemuñas, é suficiente para a súa dimisión e houbera suposto un escándalo maiúsculo se houbera acontecido no anterior mandato; lle pido que se controle porque vai deixando cadáveres polo camiño e o poder hai que exercelo polo ben da xente, non con prepotencia», cerró su intervención Cuíña. Tomaba la palabra el portavoz del BNG, Francisco Vilariño, quien intentó sin éxito postergar su intervención hasta después de conocer las explicaciones de Cuñarro. Tildó de graves las acusaciones trasladadas por CxL, considerando que si eran ciertas, el edil de Obras solo tenía la salida de irse.

En esa misma línea se pronunció el PSOE, a través de Mario López, a quienes también les hubiera gustado primero conocer lo que tenía que decir el concejal cuestionado. Afirmó que las denuncias trasladadas a CxL también les llegaron a ellos, cuestionando actos antidemocráticos y justificarse «cargando contra Miguel Medela e se meteu cabras nun coche, como argumento non no vale e son actitudes caciquís», solidarizándose su formación con la funcionaria.

Cacería política

José Cuñarro no espero a su posible comparecencia en un próximo pleno pedida por CxL —la moción no prosperó por el voto en contra del PP y por tanto no hubiera ocurrido— y daba ayer explicaciones. Calificó de cacería política la emprendida por Compromiso, para después asegurar que si alguna persona del Concello se sintió «molesta polas miñas palabras, pido desculpas, porque as veces non coincidimos en cousas pero sempre falo de modo coherente e educado, podedes preguntar se hai algunha queixa de min».

Después sorprendía con la fórmula empleada para exponer su posicionamiento sobre la obra en la casa de sus padres. Recurrió a una grabación al encargado entonces de Espina y Delfín. Preguntaba en el propio pleno y ponía la respuesta dada por ese operario, quien asumía que los trabajos para desplazar tuberías en esa finca así como la ubicación de nueva boca de riego, cuestiones criticadas por trabajadores de esa concesionaria que trasladaron a CxL, fueron decisión suya sin haber recibido ninguna instrucción al respecto del edil.

Cuñarro lamentó que sus padres, «xente honrada», se viesen involucrados en esta polémica «por demagoxia política». Cuíña consideró que esas justificaciones le llevaban a constatar la necesidad de pedir su dimisión, reiterando que CxL solo había trasladado la denuncia ya de cuatro operarios de la ex concesionaria del agua. Tildó el uso de la grabación de «burdo e patético» al involucrar al encargado entonces del servicio, insistiendo en la bronca donde perdió el edil las formas con la funcionaria. Además dijo que serán beligerantes ante situaciones de este tipo, porque consideran que de facto reconoció ese incidente en sus explicaciones. Pero también le tiró un capote a su favor porque, dijo Cuíña, «creo que vale máis do que está demostrando neste pleno».

El regidor, José Crespo, salió en tromba en defensa de Cuñarro para tildar de despropósito la moción y afirmó que en una valoración «da xente da casa tería nota alta, todo o mundo ten as súas virtudes e defectos». Calificó como una patraña las quejas de esos trabajadores, mostrándose Cuíña dispuesto a presentar documentos, y animó «a eses personaxes a que dean a cara para despois denuncialos, que teña valentía e vaian ao Xulgado a denunciar, son covardes porque así podería irse na súa contra». Esgrimió también el argumento de que por encima de ellos había un jefe tomando decisiones.

«O fragor da batalla»

«É unha persoa íntegra e traballa un montón, vehemente na súa exposición pero non tan caótico», definió Crespo a su concejal de Obras. Pero Cuíña siguió reclamando una explicación de si hubo o no altercado, afirmando categórico el regidor que no. Eso sí, matizó que «para sacar as cousas para adiante ás veces non coincidimos cos técnicos, seguro que non houbo mala fe e no fragor da batalla dinse certas cousas», considerando que «atácalo por ese franco non é unha boa praxes, ao contar as cousas intencionadas, porque é unha burda mentira, que dean a cara con nomes e apelidos e terán que soportar unha querella por difamación». Un duelo dialéctico donde PSOE y BNG fueron meros espectadores, tensionando una, de nuevo, larga sesión plenaria.

Rechazada la propuesta del BNG para la reforma integral de la calle Pintor Laxeiro

La moción del BNG tampoco prosperó. En su caso solicitaba la reforma integral de la calle Pintor Laxeiro. Vilariño recordó promesas de actuación de años sin cumplir, sumándose la realizada el 3 de octubre, cuando el BNG convocó asamblea vecinal, de que la concesionaria del agua iba a dar una solución a inundaciones de garajes. Pero dos meses después no se ejecutó y Vilariño defendió que dada la capacidad económica del Concello debe acometerse una reforma integral de un vial céntrico y estratégico en Lalín.

Tanto CxL como PSOE apoyaron la moción, que rechazó el PP arguyendo habrá una actuación a corto plazo para renovar tuberías por parte de la concesionaria. Crespo reconoció que el proyecto no está incluido en los presupuestos del 2023, pero se acometerá en un futuro próximo.