Empresas cárnicas de Lalín rechazan prácticas como tirar sacos de conservante a la basura

Las investigaciones iniciadas en abril por la Guardia Civil tras detectarse hasta 72 sacos de metabisulfito, sustancia empleada como conservante alimentario, en contenedores de varias parroquias de Lalín y la silledense de Laro se acaban de cerrar. En el punto de mira tras recabar testimonios y datos en torno a ese material se situó una empresa de transformación de carne ubicada en el municipio lalinense. Desde el gabinete de prensa de la Guardia Civil no desvelaban el nombre de la firma, lo que generaba el consiguiente revuelo en el sector y la población en general al trascender la noticia.

Cuatro de las principales empresas cárnicas asentadas en la comarca dezana suscribían ayer un comunicado a través de redes sociales posicionándose en torno a lo ocurrido, por ese vertido metódico de sacos, que sumaban unos 1.800 kilogramos de peso, en contenedores destinados a residuos sólidos urbanos. Desde Cárnicas Anzo, Embutidos Lalinense, Nélida Castro y Pilar Pereira manifiestan en ese escrito «o noso rexeitamento a este tipo de prácticas que non respectan a lexislación vixente en materia de residuos derivados da nosa actividade».

Estas cuatro empresa también lamentan que ese tipo de actuaciones «empanen o traballo dun sector tan importante na comarca do Deza, empresas familiares que son recoñecida pola calidade dos seus produtos». Inciden en su escrito en que suponen un motor dinamizar de la economía de la zona, para concluir defendiendo su preocupación «por ser cada día máis sostibles e respectuosas co medio ambiente».

Mientras, desde la Guardia Civil avanzaron que debe ser la empresa a la que le achacan esos vertidos irregulares la que proceda a gestionar la recogida de los 72 sacos almacenados durante la investigación. Después tendrá que entregarlos a un gestor autorizado para tratar este tipo de producto, un compuesto químico inorgánico para uso alimentario como conservante. Queda por saber qué sanción impone la Xunta a la firma tras evaluar la denuncia cursada por el Seprona tras lo ocurrido.

Operarios del servicio de recogida de basuras en Lalín fueron los que habían dado la voz de alarma al percatarse de que pesaban más de lo habitual, encontrándose con sacos de ese producto en su interior. Habían repartido nueve o diez en cada punto donde los vertieron.