Díaz Ferrán y Pascual piden avales por 20 millones al Estado para salvar Marsans
Economía
Los sindicatos reclaman sensibilidad hacia un grupo que «necesita sanearse y cambiar de gestores»
12 Apr 2010. Actualizado a las 02:00 h.
No hay tiempo que perder. Viajes Marsans, propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, pierde a cada minuto algo esencial en cualquier negocio: la confianza de quienes trabajan con y para la empresa. Los problemas de liquidez del grupo, que ha sufrido para abonar las nóminas de marzo de parte de sus 4.000 empleados, han disparado los recelos. Algo que ha llevado a muchos proveedores a apretarle aún más las tuercas o, directamente, sacarlos de su cartera de clientes.
UGT, mayoritaria en la firma, reclama sensatez y sensibilidad. Y recuerda que «Marsans es una compañía rentable que necesita sanearse y cambiar de gestores». Así lo defiende Miguel Ángel Cilleros, secretario general de la Federación de Transportes del sindicato, quien reclama al Gobierno un esfuerzo para situarse como mediador entre Marsans y el sistema financiero.
La solución pasa inexorablemente por una venta ordenada de la empresa, pues así lo han impuesto los bancos que recientemente han renovado a Marsans una línea de crédito. La necesaria inyección rápida de confianza podría venir del Estado. Pascual y Díaz Ferrán buscan ese respaldo del Gobierno en forma de avales de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (Cesce). La cantidad solicitada ronda los 20 millones de euros.
Ese dinero tendría un objetivo claro: garantizar liquidez y el funcionamiento de Marsans, de modo que la empresa recobre la confianza del sector y afronte una venta en mejores condiciones. Normalmente, el Cesce no concede avales, sino que su misión es más bien respaldar ante impagos a las empresas, sobre todo a las pymes, en su salida al mercado exterior.
Sin embargo, se da la circunstancia de que el pasado viernes el Consejo de Ministros incluyó al organismo (controlado por el Ministerio de Economía) en el denominado paquete Zurbano , para que -una vez autorizada por las autoridades comunitarias- pueda cubrir «por cuenta del Estado» riesgos comerciales en operaciones a corto plazo cuando el deudor sea privado y el medio de pago sea un crédito documentario.
Los directivos de Marsans mantienen una frenética agenda de contactos, tanto con el Gobierno como con los bancos y posibles compradores. Fuentes conocedoras de la situación señalan que uno de los próximos despachos a visitar es el del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
Prepagos
Hay prisa y no es para menos. Algunos turoperadores y compañías de cruceros le exigen ya a Marsans el prepago de las reservas que se hacen desde sus agencias de viaje, lo que ahuyenta a los clientes. Hay mucho miedo a los impagos.
Orizonia (dueña de Viajes Iberia) se perfila como el mejor situado para la eventual compra. La compañía ya se interesó en su día por Marsans, pero los problemas de Air Comet enfriaron los contactos.