El Gobierno anima a reducir el ahorro para impulsar la economía
Economía
Recortarlo dos puntos haría crecer el PIB un 1%.
02 Mar 2011. Actualizado a las 11:12 h.
De ser el país que menos ahorraba de Europa, en tres años y por efecto de la crisis, España se ha ido al extremo contrario. Pero el «violento» incremento de la tasa de ahorro de las familias debe iniciar ahora una senda de normalización y de reorganización, pues es un elemento «clave» para la regeneración de la economía y que esta reduzca su dependencia financiera del exterior. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Ahorro familiar en España, realizado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y dirigido por Domingo García Coto, director del servicio de estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Idéntica lectura hizo el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, que clausuró la presentación, al defender la necesidad de rebajar la tasa de ahorro de las familias, que está en torno al 18% de la renta bruta disponible, para que el consumo impulse el crecimiento de la economía. Según el cálculo de Campa, recortar dos puntos la tasa de ahorro española, para dejarla en niveles como los alemanes (el 16%), se traduciría en un incremento del 1% en el PIB.
Pero no se trata solo de superar la fase del «ahorro del miedo» -así bautizó Funcas a la elevadísima contención del gasto de las familias a raíz de la crisis- sino también de cambiar su estructura. Y es que, pese a todo, la vivienda sigue siendo la principal inversión de los españoles.
El ladrillo se llevaba en el 2010 el 77% del ahorro (en 1997 el porcentaje era del 71%), mientras que el patrimonio financiero, que engloba desde depósitos a fondos de inversión o pensiones, pasando por acciones, seguros o renta fija, apenas ascendía al 23%, retrocediendo seis puntos en trece años. Y ello, pese a la «amenaza» que supone la «iliquidez» del ladrillo, como insistió García Coto, a lo que Campa añadió después otro riesgo: que la mayoría del endeudamiento está referenciado a tipo variable.
A la conveniencia de diversificar, dando más peso al ahorro financiero frente al inmobiliario, contribuirá la supresión de la deducción fiscal por vivienda aprobada por el Ejecutivo desde el 1 de enero de este año, explicó Campa, aunque dejando claro que sus efectos no se notarán a corto plazo: «No se verá en seis meses ni en dos años».
El director del estudio repasó también los distintos activos financieros y sus pros y contras para la inversión de la familias, para acabar abogando por una política fiscal «aliada» del ahorro y no «depresora de él».