Afectados por las participaciones preferentes toman el Parlamento para protestar ante Feijoo

El conflicto de las participaciones preferentes volvió a estallar esta mañana a las puertas del Parlamento gallego, pero esta vez el malestar llegó hasta el interior de la Cámara, donde los afectados exhibieron camisetas reivindicativas e incluso llegaron a increpar al conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, al que rodearon en los pasillos mientras exigían ser recibidos por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

Dentro del hemiciclo, la portavoz del BNG, Ana Pontón, preguntaba al jefe del Ejecutivo por las gestiones hechas para que los casi 100.000 afectados por las participaciones preferentes que hay en Galicia puedan recuperar sus ahorros. «Non compartimos que dende o Goberno se esté a facer todo o posible para que as víctimas dunha estafa se lles devolvan os seus aforros», dijo la diputada nacionalista.

Feijoo negó esta versión, puntualizando que su Ejecutivo está «traballando con determinación» para conseguir una solución a este problema, destacando que Galicia es la «única comunidade que ten un plan de acción» por las preferentes para asesorar a los afectados e interceder ante las autoridades reguladoras, como el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Feijoo asegura que Galicia es la «única comunidade que ten un plan de acción» para asesorar a los afectados

Pero las explicaciones de Feijoo no convencieron a los representantes de los afectados que seguían el pleno desde la tribuna de invitados, que mostraron camisetas amarillas en las que reclamaban «solucións xa» a sus problemas. Fuera del hemiciclo interceptaron al conselleiro de Economía, que accedió a conversar con ellos, aunque al final el diálogo se tornó en una bronca por cuyo desenlace llegaron a temer los servicios de seguridad de la Cámara, pues los afectados con quien exigían hablar era con Feijoo.

Fuera del Parlamento, en la compostelana rúa de O Hórreo, permanecieron concentrados toda la mañana en torno a dos centenares de personas afectadas por las preferentes que hicieron sonar las bocinas y estallaron petardos para reclamar una salida a su problema que les permita recuperar sus ahorros.