«Nosotros, los trabajadores del banco nos declaramos inocentes»
Economía
18 May 2012. Actualizado a las 07:00 h.
«La relación de confianza entre el cliente y el empleado del banco ha quedado herida de muerte con esta crisis», denunciaba ayer Rafael Torres, trabajador de Bankia y delegado sindical por UGT. Según su relato, los empleados de la entidad son los que, en estos momentos, se están viendo obligados a dar respuestas que no están en su mano y a afrontar situaciones a pie de calle que llegan a acabar en insultos, como en el caso de los afectados que han canjeado las participaciones preferentes por acciones de BFA (Banco Financiero y de Ahorro), la matriz de Bankia que ahora ha sido nacionalizada; o de aquellos otros que se sienten «traicionados» por la gestión de Rodrigo rato.
«Ninguna de ambas partes es responsable de esta situación, ni el empleado, ni el cliente. Sin embargo, los clientes no tienen otra forma de canalizar su frustración, su rabia, por una situación sobrevenida más que echándole las culpas a la única persona del banco que le resulta accesible: el empleado que hasta hace nada era su aliado en asuntos financieros», dice el representante de los trabajadores. «Nosotros, los empleados de Bankia, nos declaramos inocentes ante estas agresiones, insultos, difamaciones y amenazas y exigimos soluciones a quien realmente las tiene en la mano, los altos directivos de nuestras entidades», afirma.
Pese a todo, y a modo de muestra de compromiso con la entidad, los profesionales de Bankia han comenzado a promueven la compra de acciones para evitar el desplome en bolsa. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Asociación de Cuadros y Profesionales de Bankia, que considera que de esta manera «se ayudaría a lanzar un claro mensaje a los mercados, para hacerles saber que se cree en el proyecto y que se hace de una forma tan clara y contundente».
Pero la incertidumbre está en la calle y de ella fue ayer testigo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro al ser abordado por una clienta de Bankia cuando bajaba de su coche oficial para presidir la reunión en el Congreso. «Llevo trabajando desde los 13 años y como me quiten mi dinero, mato a alguien», le recriminó la mujer, a la que Montoro pidió tranquilidad «porque la situación está controlada», dijo.
«Como me quiten mi dinero mato a alguien», espetó una cliente al ministro Montoro