José García Costas: «Hicimos una oferta muy competitiva, con costes muy ajustados»

Pocos confiaban en que Hijos de J. Barreras lograría salvarse de la liquidación, tras reconocer una deuda de más de 70 millones de euros. Un año después, el mayor astillero privado de España está a punto de superar el concurso de acreedores (saldrá oficialmente el día 27) y lo hará con carga de trabajo por un período de dos años, gracias al contrato de 145 millones firmado este miércoles con Pemex para la construcción de un buque hotel. José García Costas, administrador único, tras el cese de Francisco González Viñas de la presidencia, y accionista mayoritario de Barreras, se escuda en la solemne gravedad de su tono de voz para tratar de contener una emoción que, en esta ocasión, lo supera.

-Las cosas le están saliendo redondas: Barreras sale del concurso y ya tiene carga de trabajo para dos años.

-Es el resultado de muchas horas de dedicación y esfuerzo, pero, por encima de todo, es un éxito de la Xunta de Galicia y es obligado reconocerlo. Me consta que detrás de estos contratos de Pemex hay mucho trabajo que se ha estado haciendo en silencio durante meses.

-En algo habrá influido la experiencia de Barreras, que ya construyó un buque hotel.

-Eso sin duda. Pemex estaba interesado en construir gaseros. Cuando vino al astillero para hablar del tema y vio la maqueta del buque hotel que construimos para Noruega cambió de opinión. «Este buque es el que queremos», nos dijo. Les interesó desde el primer momento, incluso han ido en helicóptero a verlo al lugar en el que está operando actualmente.

-Con el cambio de decisión, los astilleros y los trabajadores han salido ganando.

-Sí, porque estamos hablando de un tipo de buque mucho más complejo y costoso que un gasero, de mucho mayor aporte tecnológico, que conlleva más horas de trabajo y, por supuesto, implica la necesidad de un volumen más importante de mano de obra de la industria auxiliar.

-¿Por qué Barreras ha estado negando que hubiese un acuerdo con Pemex hasta el último momento?

-Lo que le puedo decir es que hasta ayer [por el miércoles] no había absolutamente nada firmado. Había mucho trabajo detrás y muchas conversaciones, pero nada más. El martes por la noche, el presidente de la Xunta me llamó a las diez y media de la noche y me dijo: «Mañana a las 13.30 te vienes para aquí, vamos a firmar con Pemex». Comprenderá mi sorpresa.

-Los buques adjudicados a Barreras y Navantia serán gemelos. ¿Hasta qué punto habrá colaboración entre ambos astilleros?

-Ya la está habiendo. Navantia se ha basado en nuestro proyecto para presentar la oferta del buque hotel que construirán en Ferrol y la colaboración a nivel técnico va a ser estrecha.

-¿Cómo ha sido posible presentarle a Pemex una oferta competitiva sin «tax lease»?

-Hemos hecho un enorme esfuerzo por optimizar y ajustar los costes. Es algo en lo que venimos trabajando en el astillero y en lo que seguimos esforzándonos, porque la competencia es global y feroz y no queda más remedio. Tenemos la experiencia reciente de los dos atuneros de Albacora, que perdimos, a pesar de que el coste estaba ya muy ajustado. De todos modos, hemos adquirido el compromiso de que, si en este tiempo de construcción entra en vigor una nueva modalidad de tax lease, reintegraremos al armador el porcentaje que corresponda.

-Este pedido es vital para Barreras, pero para garantizar el futuro harán falta más pedidos.

-Estamos trabajando en muchos frentes, pero somos el único país de Europa que no tiene una herramienta fundamental para poder competir en igualdad de condiciones como es el tax lease. Puedes hablar con los armadores, y hacer ofertas basadas en un hipotético tax lease, pero ellos te responden: «No, no, dime el precio final y luego hablamos». Es fundamental para el sector que se desbloquee de una vez por todas esta situación.

-El próximo día 27 Barreras hará una ampliación de capital. ¿Cómo quedará el accionariado?

-Todos los accionistas actuales de la empresa tienen o tenemos derecho a participar en la ampliación. Permítame que no adelante acontecimientos por respeto a los accionistas.