Iberia no logra consensuar ni los servicios mínimos de la huelga
Economía
La idea del desmantelamiento de la compañía crece entre el personal
08 Feb 2013. Actualizado a las 07:00 h.
El conflicto de Iberia se recrudece y no parece que el paro convocado para febrero y marzo por parte del personal de tierra y cabina tenga visos de ser desconvocado. Incluso se habla de nuevas huelgas después de Semana Santa. Ayer la compañía citó al comité para definir los porcentajes de servicios mínimos para esos días de febrero y marzo. Pero ni en eso lograron ponerse de acuerdo. Mientras entre el personal se afianza la sospecha que circula ya desde hace más de un año, cuando empezaron las protestas de los pilotos contra la creación de la filial de bajo coste Iberia Express, de que la estrategia de IAG (grupo resultante de la unión de Iberia con British) es desmantelar la aerolínea con sede en Barajas para que sean los británicos los que manden.
«La reunión ha terminado y han quedado en verse de nuevo, pero no hay fecha todavía para esa reunión», avanzaron fuentes de Iberia al concluir el encuentro de ayer. Mucho más duro fue el comité de huelga, que en un comunicado habló de «la mala fe de la empresa en la negociación». El escrito explica que «paradójicamente la dirección de Iberia ha pretendido eludir el debate sobre el porcentaje concreto de servicios esenciales» que deberían establecer en las jornadas de paro de 24 horas convocadas entre el 18 al 22 de febrero; el 4 y el 8 de marzo y el 18 y 22 del mismo mes. También apuntan que durante la reunión la compañía leyó un documento en el que amenazaba al comité con emprender acciones legales. De ahí que no suscriban ningún documento antes de ser revisado con detalle.
Mientras los representantes del personal de tierra y cabina mantienen la huelga, los pilotos (representados por el Sepla) están a la espera de la asamblea del lunes para decidir qué hacer. Por el momento han resuelto no romper la negociación que mantienen con la compañía. De hecho, la semana pasada le presentaron una nueva oferta en respuesta a la que a su vez les había mostrado la dirección de Iberia.
La compañía habla de rebajar un 30 % los costes salariales (las desvinculaciones serían 3.147 en lugar de 4.500) o rebajar la producción un 10 % en lugar del 15 %. Los pilotos, a su vez, hablan de rebajas salariales, pero por primera vez han dado su brazo a torcer en el tema de Iberia Express. Han dicho estar dispuestos a que el puesto de comandante de Iberia Express sea ocupado por copilotos de Iberia. El salario que recibirían sería el de un comandante de la filial.
Ante este escenario, el PSOE adelantó que pedirá en el Congreso la implicación del Gobierno en el conflicto de Iberia.