La Voz de Galicia

Rajoy da por perdida la batalla contra el paro en este mandato

Economía

Mercedes Mora Redacción / La Voz

Asume que uno de cada cuatro españoles seguirá sin trabajo al final de la legislatura

27 Apr 2013. Actualizado a las 15:13 h.

Otra promesa que se lleva el viento. Se veía venir. Se lo olían los ciudadanos. Esos que palpan cada día en la calle la realidad de un país carcomido por el desempleo. Y, ahora, esa idea ha dejado de ser solo un mal presentimiento. Ya hay números que dan cuenta de lo acertado de las sospechas. La tragedia del desempleo, esa que golpea a millones de familias, está muy lejos de acabar. Lo admite el Gobierno en sus nuevas previsiones. Las que se incluyen en eso que en el engolado lenguaje de Bruselas se conoce como Programa de Estabilidad. En ese documento, el Ejecutivo viene a asumir que no va a ser capaz de atajar la sangría en toda la legislatura.

Según sus nuevas estimaciones -la dureza de la crisis ha devorado las contenidas en los Presupuestos, presentados hace solo siete meses-, el paro no bajará del 25 % hasta el 2016, cuando se situará en el 24,8 %. Una cifra mejor que la de ahora, pero mala, muy mala. Para entonces, uno de cada cuatro trabajadores seguirá sin tener cómo ganarse la vida en España.

Rajoy concluye mandato en el 2016. Y, para entonces, el presidente no habrá conseguido bajar el paro de donde lo dejó Zapatero: en el 22,8 %.

Y es que, por mucho que en noviembre del 2011, en plena carrera electoral, el entonces líder de la oposición se fotografiase junto a una larga fila de parados, a las puertas de una oficina de empleo, para asegurar: «Cuando gobierne, bajará el paro», para cuando acabe su mandato y, según sus propios números, se habrán destruido más de un millón de empleos.

«Ayer [por el jueves] conocimos el dato de la encuesta de población activa, que nos enfrenta a una situación dramática de paro y nos obliga a trabajar aún más. Es el momento para no cejar en el empeño de hacer reformas», fue el comentario de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo

Pero, el desempleo no es el único capítulo en el que el Gobierno erró el tiro cuando elaboró los Presupuestos. En realidad ayer tuvo que autoenmendarse la plana en todos y cada uno de los cimientos de las cuentas.

Quince meses de duros ajustes cargan ya los ciudadanos españoles a sus espaldas. Y lo que les queda. Porque tanto sacrificio no ha servido para embridar el déficit. De hecho, el Gobierno estima ahora que no conseguirá bajarlo del 3 % hasta el 2016, dos años después de lo previsto. Tal aplazamiento cuenta con la connivencia de Bruselas.

Y eso, porque la recesión golpea más duro de lo previsto, casi el triple. Porque la caída de medio punto que el Gobierno estimaba para el PIB de este año se ha convertido en un varapalo del 1,3 %. Eso sí, el Ejecutivo cuenta con volver al crecimiento el año que viene, cuando la economía avanzará un 0,5 %. Y, mantiene, claro, que «las medidas del Gobierno a lo largo de los últimos quince meses han evitado una evolución mucho peor de la economía española», en palabras del ministro De Guindos. Y la deuda pública tocará máximos en el 2016, representando ya el 99,8 % del PIB.


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