Repsol reinventa el GLP para la pesca, que permite ahorrar un 40 %
Economía
Los barcos de bajura deberán adaptar sus motores al combustible
28 Jul 2013. Actualizado a las 17:42 h.
Habiendo 15 millones de vehículos en el mundo -ocho millones de ellos solamente en Europa- funcionando con GLP (gas licuado de petróleo), no se puede decir que el bautizado como AutoGas sea un combustible nuevo. Vintage, en todo caso, pues es la misma mezcla de gases que se lleva usando toda la vida en otros ámbitos, pero adaptado para un nuevo uso: el náutico pesquero. Repsol, rescatando del baúl de los años sesenta aquellos taxis con motores de gasolina que llevaban bombonas de butano (solo estaba permitido su empleo para vehículos profesionales), ha puesto a funcionar las lanchas y gamelas como si fueran un calentador de los antiguos, o las cocinas tradicionales, con bombonas de gas.
Comenzó los experimentos hace cinco años, en el marco del proyecto Peixe Verde, puesto en marcha para mejorar la eficiencia energética de las embarcaciones en un momento en el que los precios del combustible se elevaron a techos históricos y estaban estrangulando la economía de las empresas pesqueras. Y Galicia fue su campo de pruebas. Las seis únicas embarcaciones que trabajan con autogás amarran en puertos gallegos. Y puede que solo sea el principio. Repsol, en colaboración con la empresa Ircongas, está intentando convencer a los pescadores de bajura de que adapten sus motores para poder trabajar con este carburante, un cambio que podría hacerles ahorrar un 40 % en el gasto que tienen de combustible o un 20 % si pretendían adquirir un motor diésel en aras a rebajar la factura del gasoil.
Tienen por delante un campo abundante: 4.000 embarcaciones, en torno a la mitad de las que hay en el resto de España. Los trabajos de persuasión ya han comenzado, aunque no debe ser muy difícil convencer de instalar bombonas en la popa de la embarcación si el resultado es pasar de pagar 1,42 euros el litro de gasolina a 0,75 euros por el litro de GLP.
Requisitos
Ahora bien, no todos los barcos pueden hacerlo. Hay unos pocos seleccionados. Solo pueden transformarse las embarcaciones menores de 12 metros que empleen motores fueraborda de gasolina hasta una potencia máxima de 150 kilovatios. Son las condiciones que ha impuesto el Ministerio de Fomento para autorizar el cambio. Fomento, por un lado, y las limitaciones de la tecnología, por otro, puesto que los intraborda, que en su mayoría son motores diésel y consumen gasoil, no pueden convertirse para que puedan usar gas.
Una transformación para la que, según Repsol, no es preciso cambiar el motor ni modificarlo, sino simplemente instalar un kit para que pueda emplear el GLP y convertirse en bi-fuel, que puede funcionar tanto a gas como a gasolina. ¿El coste del kit? Repsol sitúa en el entorno de los 2.000 euros el total de la factura que expiden los cuatro talleres homologados que hay en Galicia.