El responsable de las cuentas de Gowex dice que «Jenaro» lo obligó a falsearlas
Economía
Pedraz pone en busca y captura internacional al auditor, al que iba a interrogar hoy
18 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.
¿Era un mero ejecutor de las órdenes del fundador y principal socio de Gowex, Jenaro García, o colaboraba con él de primera a mano en un engaño que duró más de una década y estalló solo por su desmedida ambición bursátil? Los investigadores se inclinan más bien por el segundo escenario tras escuchar ayer las explicaciones, no muy convincentes, del director financiero y también consejero de la firma, Francisco Martínez Marugán.
A sus afirmaciones, acusando a su antiguo jefe de «obligarles» a hacer una doble facturación, se sumó ayer en el capítulo de novedades sorprendentes en el caso Gowex la desaparición de Antonio Díaz Villanueva, miembro de M&A Auditores, empresa responsable de la auditoría de la tecnológica, también imputado y que debía declarar en la mañana de hoy.
Según señalaron fuentes jurídicas, Díaz Villanueva no pudo ser localizado por la Policía Judicial en sus dos domicilios particulares ni en varios números de teléfono, por lo que el juez lo ha puesto en busca y captura internacional, ante la sospecha de que haya huído.
Pero ayer fue la primera vez que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y el fiscal anticorrupción Antonio Romeral escuchaban a alguien distinto de García contar qué pasó con la ahora famosa compañía de redes wifi y cómo engordó su burbuja antes de que estallara hace apenas diez días. En la práctica, sin embargo, la versión de Martínez Marugán no difirió mucho de la apuntada el lunes por su exjefe.
De hecho, incluso aludió al carácter personalista de García -reconocido por él mismo- para justificar que no llegara a desobedecer órdenes, pese a las implicaciones delictivas. «Tiene una personalidad muy fuerte», llegó a decir del expresidente, quien admitió días atrás que su carácter era severo y «nunca justificaba» sus decisiones.
Admite el fraude contable
«Jenaro nos obligó a hacer una doble facturación», afirmó Martínez Marugán a preguntas del fiscal, quien puso el cuestión el hecho de que él, como responsable de las cuentas, no denunciara lo ocurrido o, al menos, se hubiera marchado de Gowex. «Me quise salir pero él me dijo que ya no podía», replicó este consejero, quien declaró como imputado durante algo más de una hora, tras la cual quedó en libertad bajo fianza de 50.000 euros -que, al igual que los 600.000 impuestos a su jefe, deberá abonar en 15 días-, según señalaron fuentes jurídicas. Su explicación es que, a esas alturas -insinuó que fue ya en el 2011, después de acceder al Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-, su implicación en los hechos también era profunda, aunque siempre «por imposición» del fundador.
Según relató, comenzaron utilizando solo tres compañías para simular operaciones y engordar las ventas, aunque llegaron a crear una veintena, con testaferros al frente. Todo ello para manipular la contabilidad para que una muy modesta empresa diera a los inversores la imagen de ser un incipiente gigante de las nuevas tecnologías.