La Voz de Galicia

Elena Muñoz: «El 2015 será un año de creación de empleo neto para Galicia»

Economía

mario beramendi santiago / la voz Conselleira de Facenda

El próximo ejercicio «será mejor de lo que inicialmente estimábamos»

19 Oct 2014. Actualizado a las 05:02 h.

Conocedora al detalle de los entresijos de la Administración gallega, Elena Muñoz (Madrid, 1971) afronta ya sus terceros presupuestos como conselleira de Facenda, cargo en el que sucedió a Marta Fernández Currás a finales del 2012 cuando ocupaba el puesto de interventora general.

-¿Qué le diría a los que creen que las cuentas del 2015 nos llevan de nuevo a la senda del estancamiento?

-Son los presupuestos de la consolidación del crecimiento y de la recuperación económica. A lo largo de los últimos años nos hemos basado en el rigor y la coherencia. Y ese equilibrio nos ha conducido a que Galicia tenga menos recesión que España. No vamos a cambiar lo que se ha hecho bien. Por tanto, una vez aseguradas las prioridades, el gasto social, damos un paso hacia las políticas de incentivo.

-¿Cuáles son esos estímulos nuevos?

-La generación de puestos de trabajo, que es una de nuestras grandes prioridades. El 2015 será un año de creación de empleo neto para Galicia. Los recursos para políticas de empleo suben, instrumentando también fondos europeos: las ayudas a la empleabilidad crecen el 35 %, hasta 152 millones; hay 27 millones para fomentar el trabajo autónomo y 60 millones para el plan de empleo juvenil. A esto se suman 20 más para la internacionalización de empresas. Todo esto creemos que influirá en el crecimiento.

-El gasto social absorbe casi ocho de cada diez euros. ¿No cree usted que su peso relativo en el presupuesto es cada vez mayor porque apenas hay recursos para otras cosas?

-Lo que demuestra ese peso creciente es que existe una priorización clara del Gobierno gallego por blindar el gasto social. Otros años no hemos acompasado la bajada del presupuesto con el descenso del gasto destinado a educación, sanidad y servicios sociales. Es más, estamos afrontando ahora infraestructuras necesarias que ni siquiera se hicieron en la época de bonanza.

-¿Por qué existe entonces esa sensación ciudadana de que se recorta en servicios básicos?

-A veces es más fácil el argumento destructivo para ir contra determinadas políticas. A la gente hay que explicarle la realidad y poner en valor los esfuerzos que se hacen para mantener el estado de bienestar. Esfuerzos que no hace el Gobierno sino los propios ciudadanos. Ahí están los nuevos hospitales públicos de Vigo, O Salnés y Ourense.

-El 2015 es un año electoral. ¿Cómo ha condicionado eso el presupuesto de la Xunta?

-Las cuentas del 2015 están en la línea de las de otros años. Desde el 2009 se han priorizado en Galicia las cantidades destinadas a los ayuntamientos. De hecho, el fondo de cooperación local, que debería de haber bajado si nos atenemos a los sistemas de cálculo, se mantiene gracias a 21 millones de euros adicionales. Entendemos que, en momentos de crisis, es una obligación de la Xunta garantizar la financiación de los ayuntamientos.

-La Xunta acaba de rebajar la previsión de crecimiento en tres décimas para el 2014. ¿Es creíble que el PIB gallego pueda avanzar el 2 % en el 2015 con el escenario que se avecina en la eurozona?

-La revisión a la baja de este año obedece a la prudencia dadas las nuevas circunstancias. La eurozona se está ralentizando. Y eso nos va a afectar a las exportaciones. Nuestro principal comprador es Francia. Y ahora está pasando por una situación complicada.

-Por eso llaman la atención las previsiones del 2015...

-A nosotros nos gusta ser coherentes. Y los indicadores adelantados nos dicen que el año que viene será mejor de lo que inicialmente estimábamos. Primero, por el comportamiento del consumo interno, que este 2014 ha ido evolucionando muy despacio. Y que mejorará el año que viene al aumentar la renta disponible de las familias con la bajada impositiva aprobada por el Gobierno central. Esto permitirá que nuestra demanda interna no esté solo apoyada en el consumo público, que ha caído menos en Galicia que en España. También prevemos que el sector industrial tenga mejor comportamiento. Así nos lo dice el indicador adelantado de volumen de entrada de pedidos en la industria. Y en Galicia ese indicador está comportándose cuatro veces mejor que en España.

-Equilibradas las cuentas y dado el escaso margen de maniobra que existe en una autonomía, ¿no cree que ha llegado la hora de alzar la voz y demandar a Alemania una estrategia real de estímulo?

-Es evidente que las políticas de incentivo son algo necesario. Pero también tenemos que ver en qué condiciones se hacen y quiénes pueden hacerlas. Con desequilibrios en las cuentas públicas ningún país puede salir adelante. Cuando tus ingresos no se han recuperado lo suficiente para financiar los gastos y has de recurrir al déficit, tienes que analizar muy bien qué iniciativas adoptas. Ahora bien, hay países que sí pueden desarrollar esas políticas de estímulo y les toca tirar del resto de la Unión Europea. De hecho, ya hay en marcha mecanismos para contrarrestar el paro juvenil. En España estamos mejor, pero tenemos que consolidar lo logrado. Más déficit no puede ser la solución.

-Pero hay hechos paradójicos. El Estado va a ahorrar 4.000 millones de euros en el pago de prestaciones de paro porque se agotan los derechos y, mientras, comunidades como Galicia disparan los recursos para las rentas sociales que mitigan la pobreza. ¿Le parece lógico?

-Las comunidades autónomas somos las que tenemos las competencias y las que tenemos la obligación de prestar los servicios sociales en los territorios más cercanos a los ciudadanos. Y evidentemente esa es nuestra responsabilidad con los recursos de que disponemos. Con el dinero que nos viene del Estado hemos de establecer esas prioridades. El Estado, por su parte, tiene que atender las suyas. No solo ya las prestaciones por desempleo sino todos los gastos de la Seguridad Social, que no es una cuestión menor y para lo que se necesitan muchos recursos. Y todos sabemos por la situación que ha pasado. Defiendo una buena coordinación entre todas las administraciones, incluidos los ayuntamientos y las diputaciones, para que entre todos lleguemos a los que más lo necesitan.


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