Para el exdirigente de Podemos no hay otra lectura posible teniendo en cuenta que Grecia es un país «muy pequeño», que apenas representa el 2 % del PIB total de Europa.
Y en esa estrategia, mete también al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que, en su opinión, está utilizando la política internacional para «golpear» a los griegos y luchar, indirectamente, contra el partido de Pablo Iglesias.
Trata así de «hacer política en casa», afirma sobre Rajoy, a quien acusa de tener un «escasísimo compromiso democrático» y por eso -dice- se marchó a Grecia a apoyar al anterior primer ministro y candidato conservador Antonis Samarás en las elecciones.
Era «consciente» de que una derrota de Syriza implicaría una «deslegitimación» de Podemos, pero ocurrió todo lo contrario, aunque Rajoy no se detuvo ahí y sigue intentando «doblar el brazo» al partido de Alexis Tsipras para neutralizar a las fuerzas alternativas en España.
Cree además que la resistencia de Syriza tendrá un impacto positivo en Podemos porque, al compartir ambas fuerzas la misma visión, la posibilidad de reorientar Europa hacia posiciones «más democráticas» es, a su juicio, «infinitamente mayor».
Monedero no tiene más que palabras de elogio hacia Tsipras, de quien valora el que haya puesto por delante una «honestidad» que no tuvo en su momento -subraya- José Luis Rodríguez Zapatero, que recibió una carta del Banco Central Europeo en agosto del 2011 en la que le pedía una serie de medidas de ajuste.
Imagen de archivo de enero del 2015, en un mitin electoral en Atenas en el que participaron Pablo Iglesias y Alexis Tsipras.ARIS MESSINIS | AFP
El PP recuerda la foto de Tsipras e Iglesias con «el puño en alto»
El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, ha asegurado que no busca apelar al miedo cuando habla de Grecia, pero ha advertido de que si el presidente griego, Alexis Tsipras, «es Podemos», tanto ese partido como el PSOE -que ha pactado con Podemos- tienen un problema «muy gordo».
En un encuentro con periodistas, Maroto ha señalado que la comparecencia de ayer de Tsipras debió de ser «el día más triste para Pablo Iglesias desde que entró en política», y ahora el líder de Podemos tiene que conjugar su foto junto a Tsipras con los puños en alto con la imagen de los jubilados griegos llamando a las puertas de los bancos.
En su opinión, no solo Iglesias tiene un problema, sino también el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que ha estado «amparando» tanto a Podemos, dándole su apoyo en numerosas alcaldías.
A la pregunta de si el PP está recurriendo al miedo, Maroto ha señalado: «A mí lo que me da miedo es esa imagen de los jubilados dando golpes a los cristales», y ha insistido en que la gente «tiene que saber en quién confiar».
Ha señalado así que hay que conocer las alternativas, y ha apuntado que mientras en Grecia no se han tomado medidas o se busca no pagar la deuda, en España se ha actuado con medidas «difíciles» que tal vez no se han explicado bien pero que por ejemplo han llevado a registrar hoy el «mejor dato de paro desde 2011».
«Entre el corralito o crear tres millones de empleos»Pablo Casado
Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha hecho este miércoles un paralelismo entre la situación que atraviesa Grecia y España, subrayando que «hablar de Grecia es hablar de España», y ha avisado de que aquí «el cambio» solo puede ir en «dos direcciones» y que habrá que elegir «entre el corralito o crear tres millones de empleos» entre esta legislatura y la siguiente.
Así lo ha asegurado Casado durante su intervención en una jornada organizada en Madrid por la Asociación de Periodistas Parlamentarios bajo el título 'Elecciones 2015: La España del Cambio«.
El dirigente popular ha incidido en que, aunque algunos puedan calificar su afirmación de «catastrofista, efectista» o criticarla por pretender generar «miedo», esta es «absolutamente objetiva» porque «a solo dos horas de vuelo», en Grecia, se está viendo a dónde conducen «los gobiernos que en unos pocos meses han llevado un país a la auténtica bancarrota».
Casado ha asumido que el anterior Gobierno griego, presidido por el consevador Antoni Samaras »no estaba en la mejor situación«, pero ha recalcado que ya tenía una previsión de crecimiento del 3% mientras que con el Ejecutivo de Syriza, los griegos »no pueden ni ir al cajero a sacar sus ahorros».
