La UE afronta hoy su cita decisiva para solucionar la crisis del sector lácteo

Los 28 ministros de Agricultura de la UE acuden hoy en Bruselas a la jornada más trascendente para el futuro del sector lácteo, inmerso en una crisis sin precedentes que amenaza con llevarse por delante a miles de pequeñas y medianas explotaciones lecheras. La cita se desarrolla en un clima de enorme tensión. Sindicatos y organizaciones han convocado una protesta en las inmediaciones del Consejo para presionar y exigir a los ministros soluciones inmediatas que compensen la caída (10 céntimos) del precio medio del litro de leche como consecuencia del exceso de oferta en el mercado que ha provocado la liberalización del sector. A lo largo de la mañana 5.000 tractores colapsarán el corazón de la UE congestionando sus arterias principales.  

Los ministros de España, Francia, Italia y Portugal demandarán de forma conjunta a sus socios europeos y al comisario de Agricultura, Phil Hogan, aumentar el precio de intervención para retirar producto del mercado y provocar el alza de los precios: «Todos los socios a excepción de cuatro o cinco nórdicos estarían a favor», aseguran fuentes diplomáticas de Bruselas. Hogan se resiste y la delegación española le pide «imaginación» para que aporte soluciones alternativas teniendo siempre en cuenta las especificidades nacionales en su paquete de medidas.

La situación es crítica. En muchos países las explotaciones están vendiendo por debajo de los costes de producción para no echar el cierre. En Galicia se estima que el 30 % reciben menos de 26 céntimos por litro de leche, cuando la media es de 27, todavía por debajo de los 32 céntimos que sirven para cubrir solo los costes de producción.

La tormenta perfecta

«Se ha desatado la tormenta perfecta», reconocen fuentes de Bruselas antes de admitir que la situación es «compleja y grave». No será fácil encontrar soluciones a largo plazo sin dar marcha atrás al proceso de desregulación del sector. Todos los ingredientes para el descalabro están sobre la mesa: La supresión del sistema de cuotas, el fin de la intervención pública, el veto de Rusia a los productos agrícolas europeos, la caída de la demanda interna y el frenazo de las exportaciones a China. Tampoco parece que prospere el debate sobre la imposición temporal de cuotas: «En el Consejo hay un consenso amplio en que la regulación no es el camino. Los problemas de mercado requieren medidas de mercado. El comisario no está en esa línea y España tampoco», aseguran fuentes de la delegación española.

Abandono institucional

Los pequeños productores se quejan del abandono institucional. No pueden competir con tan bajos precios y hacer frente a las grandes plataformas de distribución, quienes fijan con total libertad las cotizaciones y que, en casos como el español, se niegan a garantizar un mínimo por litro de leche que cubra los costes de producción.  

Otra de las iniciativas de urgencia que se abordará es el adelanto de los pagos de la política agraria comunitaria (PAC) al 16 de octubre para dotar de liquidez inmediata a las explotaciones al borde del cierre. La presidencia luxemburguesa también propondrá ampliar el abanico de ayudas utilizando los fondos procedentes de la supertasa, multas impuestas a los productores que excedieron su cuota láctea en el último año.

Es el turno de Europa. «No nos quedaremos sentados mientras destruyen nuestro medio de vida», advierten los ganaderos.

La tractorada de Lugo ratifica su carácter indefinido y se mantendrá en la ciudad

Del 15-M al 3-S; de la Puerta del Sol a la Ronda da Muralla. Los protagonistas de la tractorada de Lugo, acordaron ayer por la tarde, en una nueva asamblea, mantener su concentración, ratificando así un carácter indefinido que había ido perfilándose a lo largo del fin de semana.

Ni siquiera la concentración prevista para hoy en Santiago -donde la Organización de Productores de Leche de España (OLP) y la Plataforma pola Defensa do Sector Lácteo Gallego esperan reunir hasta 5.000 tractores- ha sido capaz de variar el ánimo de los concentrados. Los vehículos seguirán en el centro de Lugo, en donde su presencia se hace notar pero sin generar hasta ahora otro tipo de problemas.

«Defendemos o noso»

La decisión de mantener la tractorada en Lugo, adoptada ayer, no se interpretó como una novedad. Entre ganaderos presentes estos días en las asambleas, se consideraba más bien ratificación de lo expresado ya el jueves, cuando la protesta empezó a adquirir tintes de críticas a las Administraciones y de censura a las organizaciones agrarias. «Defendemos o noso. Non necesitamos políticos nin sindicatos», afirmaba ayer un ganadero que lleva varios días participando en la protesta.

Los asistentes parecen entender que su presencia en el centro de Lugo es tan eficaz como la asistencia a una concentración. Y todo apunto que solo medidas concretas, recogidas por escrito, les harán cambiar de actitud.

Desde Mazaricos

A la marcha de tractores con destino a la capital lucense y a la concentración posterior de estos en las inmediaciones de la muralla acudieron ganaderos de varias comarcas lucenses. Los apoyos no han cesado de crecer desde entonces. Ayer, por ejemplo, se desplazaron hasta Lugo un grupo de ganaderos procedentes del concello coruñés de Mazaricos.

Las miradas están puestas en Bruselas. Y en la reunión que el jueves mantendrán los distintos eslabones de la cadena láctea para buscar una solución.

Los productores temen que el fin de las cuotas sea una reconversión encubierta

¿Qué futuro les espera a las pequeñas y medianas explotaciones lácteas de Galicia? Según reflejan varios informes del Parlamento Europeo, la ausencia de cuotas concentrará la producción de leche en las grandes factorías de los países del norte (Alemania, Francia, el Reino Unido, Holanda y Polonia). Y, no solo eso, las previsiones que manejan en Bruselas indican que el volumen de producción seguirá en aumento precipitando aún más la caída de los precios: «Se perderán miles de granjas y puestos de trabajo tras la concentración productiva en pocas explotaciones superintensivas», advertía el jueves pasado en la Eurocámara la secretaria general del Sindicato Labrego Galego (SLG), Isabel Vilalba. 

«Un auténtico fracaso»

Los ganaderos temen que este proceso de liberalización haya sido diseñado para forzar una reconversión encubierta del sector. Los grandes productores se libran de la intervención pública y las pequeñas explotaciones familiares tratan de sobrevivir sin poder competir y sin perspectivas de relevo generacional. «En el futuro 10.000 granjas lecheras concentrarán lo que hoy producen más de 650.000». Ese es el sombrío panorama que describe la eurodiputada de AGE, Lidia Senra. «El fin de las cuotas ha sido un auténtico fracaso. Las plataformas de distribución son las que deciden. No hay una solución de futuro que no pase por volver a las políticas lecheras públicas», añade. 

¿Se podría haber evitado esta crisis? A pesar de que el Gobierno español y Bruselas insisten en que es una situación coyuntural, el sector apunta a un problema estructural y el Parlamento Europeo respalda esta última tesis: «Las pequeñas granjas, las explotaciones situadas en zonas de montaña o áreas con altos costes de producción podrían sufrir sin la protección del sistema de cuotas», se asegura en un informe reciente de la Eurocámara.