Madrid modifica su plan de transporte de energía eléctrica ante la presión de la Xunta

El primer borrador del plan de transporte de energía eléctrica 2015-2020, elaborado por el Ministerio de Industria, y cuyo contenido se dio a conocer el pasado febrero del 2015, hizo saltar todas las alarmas del sector eólico gallego. La red excluía dos inversiones determinantes para el nuevo concurso promovido por la Xunta. Se trataba de la ampliación de la subestación de Ludrio (Lugo), donde 15 proyectos eólicos nuevos habían solicitado conectarse; y la de Regoelle (Dumbría, A Coruña), donde 18 parques habían hecho el mismo trámite. Entre ambos sumaban 432 megavatios de energía eólica, una cifra que equivale a la quinta parte del total de potencia con que cuenta el vigente concurso gallego.

Más allá de que el fin de las primas a las renovables y la falta de acceso al crédito bancario limitan el desarrollo de esta energía a corto plazo, el borrador de la nueva del plan de transporte del ministro Soria dejaba en el aire el horizonte eólico de Galicia que había trazado la Xunta. A lo largo de los últimos meses, la Consellería de Industria ha tratado de que se incluyesen ambas infraestructuras. Y finalmente, el documento definitivo de planificación las incluye. Ahora solo falta que sea aprobado por el Consejo de Ministros.

Vieja demanda

En marzo del 2013, el Gobierno gallego presentó al Ministerio de Industria su propuesta para el desarrollo de la red hasta el 2020 -nuevas infraestructuras que financia el Estado y cuyo mantenimiento corre a cargo del Red Eléctrica- y en la que se solicitaba para Galicia una inversión de 500 millones de euros. Aquella propuesta estaba pensada para el desarrollo íntegro del vigente concurso eólico.

Según consta en el nuevo documento diseñado por el Gobierno central, la inversión programada para la comunidad asciende a 311 millones, lo que supone el 12 % de toda la inversión en la España peninsular. La Xunta se felicita porque la nueva propuesta recoge todas las demandas que dan respuesta a las principales necesidades de Galicia.

Entre ellas, por ejemplo, las infraestructuras eléctricas para el suministro a la alta velocidad ferroviaria; la mejora de la interconexión con otras autonomías (como Asturias) y con Portugal; las inversiones necesarias para garantizar una mejor cobertura a las poblaciones con una alta dispersión; y sobre todo, la red de alta tensión en Vigo, una subestación estratégica para empresas como Citroën y GKN.

Con la excepción de Ludrio y Regoelle, el borrador inicial de planificación de transporte de energía diseñado por el ministerio de Soria ya incluía infraestructuras clave para desarrollar el concurso, como es el caso de Fontefría, Moeiro, Santiago, Mesón do Vento, Laracha y Tibo.