La Voz de Galicia

Los juzgados civiles asumen ya los casos de cláusulas suelo y prevén un repunte

Economía

redacción

Descartan una retroactividad total en las devoluciones, a la espera de lo que diga la UE

03 Nov 2015. Actualizado a las 18:08 h.

Los juzgados gallegos han empezado a unificar su doctrina con respecto a las cláusulas suelo. Tras muchos meses con dudas sobre el sentido en el que debían aplicar las sentencias cuando eran favorables al afectado, ahora han optado por seguir al dictado la sentencia del Tribunal Supremo que ordenaba su eliminación en casos de falta de transparencia y obligaba a su retroactividad desde el 9 de mayo del 2013. Es decir, a devolver el dinero cobrado de más solo desde esa fecha. Realmente, la sentencia de ese alto tribunal se refería únicamente a las cláusulas de BBVA, Cajamar y Novagalicia (la actual Abanca), pero ha servido para consensuar un criterio similar, confirman fuentes judiciales en las siete ciudades gallegas.

Lo que han decidido los juzgados es no exceder esa fecha, hacia más atrás, en sus sentencias. Es decir, no suprimir la cláusula desde el mismo momento de la firma de la hipoteca, lo que supondría que el banco en cuestión tendría que reintegrarlo todo. No solo desde mayo del 2013. Ha habido un cambio de criterio relevante en los últimos meses, coinciden esas fuentes. Antes se optaba porque el banco eliminara la cláusula y devolviera desde el momento de la sentencia. Ahora se va a la fecha del Supremo. Se ha acabado la disparidad de criterios, pero, confirman abogados, ha costado tiempo.

Eso sí, no más. «Todas las se que piden más atrás se rechazan, es una retroactividad parcial», agregan esas fuentes. ¿Motivo? Se está esperando a lo que termine saliendo de los procesos a mayor escala que se están abordando. De entrada, la posible sentencia que en verano dicte el Tribunal de Justicia de la UE, que podría determinar la nulidad total de la cláusula, obligando a una devolución total, sin una fecha predeterminada. Otro frente es la macrodemanda de Adicae, con unos 15.000 adheridos, que busca la nulidad completa, pero se encuentra en una fase muy inicial, pendiente de una sentencia en primera instancia.

Los jueces, además, se están pronunciando mayoritariamente a favor de los clientes, aunque en muchas ocasiones no se imponen costas a los bancos -ni a la otra parte, obviamente- porque el asunto sigue siendo «jurídicamente complejo».

El precedente: las preferentes

Lo que no parece por ahora es que este tipo de casos vayan a colapsar los juzgados gallegos, como sí sucedió con otro caso reciente de mala praxis bancaria: las preferentes. Fue tal la avalancha de casos que hubo que habilitar dos salas específicas, en Vigo y A Coruña, que han llegado a ver casi 5.000 casos y que están a punto de echar el cierre dos años después de su constitución. Ni en esas dos ciudades ni en Pontevedra, Ourense, Santiago, Lugo y Ferrol está habiendo especiales problemas para resolver ahora las demandas de suelos.

No hay avalancha de casos. Pero abogados y jueces ponen un adverbio a esa afirmación: «Todavía». Desde hace justo un mes las demandas de cláusulas suelo se las están repartiendo los juzgados civiles, los de primera instancia, y es posible que ahí lleguen ahora nuevos casos en mayor número. Primero por ese nuevo reparto: hasta la fecha casi todos los casos recaían en los juzgados mercantiles, con un número muy reducido en Galicia; solo se concentran en las grandes ciudades. Por ejemplo, de Ferrol se derivaban a A Coruña. Esto hacía que muchos afectados declinaran la denuncia. Los de instrucción, presentes por todo el territorio, son mucho más accesibles, aunque aún no han dictado ninguna sentencia por este asunto. Segundo motivo para esperar más demandas: la supresión de las tasas judiciales. Y tercero, porque se palpa un cierto caldo de cultivo contrario a este tipo de prácticas en la banca.

Otra cosa es lo que luego salga de la demanda, porque ningún juzgado está concediendo una retroactividad total desde la firma de la hipoteca. Y es posible, advierten algunos abogados, que si el cliente ya cuenta con una sentencia favorable y firme, luego no pueda acogerse a una supresión total en caso de que así lo marque la justicia comunitaria.

No hay una cifra aproximada de afectados gallegos por esa cláusula, ni cuántos de ellos tienen su situación judicializada. Solo en el mercantil de Vigo, uno de los de mayor ligitiosidad de la comunidad, están pendientes 150 casos, con vistas hasta primavera.

De ocho a doce meses desde la denuncia hasta el fallo

El problema que están encontrando los afectados en los juzgados gallegos no es tanto el fallo de los magistrados -que suele ser favorable, como sucedió con las preferentes o las ejecuciones hipotecarias- «sino que no hay jueces suficientes y los procesos se alargan muchísimo». Lo cita el letrado compostelano Manuel Quitiáns. Un ejemplo que pone: inició acciones judiciales en mayo y no le han señalado la audiencia previa hasta finales de enero. «Eso quiere decir que no habrá juicio hasta marzo o abril, y mientras el afectado esperando».

Los casos que se están viendo en Galicia oscilan entre los 8 y los 12 meses de media. «En A Coruña están tardando unos ocho meses», dice Noelia García, de Navarro Abogados y Consultores, pioneros en obtener una suspensión cautelar de esa cláusula. «En el sur, Granada y Málaga, nosotros tenemos audiencias previas señaladas para el 2018 y 2019», comenta.

Los abogados están detectando, eso sí, pactos extrajudiciales banco-afectado. «Hay algunos a los que con solo presentar una carta han llegado a un acuerdo, antes incluso de la audiencia previa», dice Alejandro Aradas, experto en derecho laboral y civil.

Con información de A. López Penide, E. Vázquez Pita, D. Cela, D. Vázquez, X. Melchor, C. López, M. Rodríguez y R. Santamarta


Comentar