Un mes perdido tras el pacto lácteo
Economía
El acuerdo para la sostenibilidad del sector no ha resuelto la crisis que atenaza a los ganaderos, aunque la leche ya no es un producto reclamo
03 Nov 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Todo sigue más o menos igual para los productores de leche. A punto de cumplirse un mes de la entrada en vigor del acuerdo para la sostenibilidad del sector lácteo promovido por el Ministerio de Agricultura, apenas se ha avanzado, según señalan los propios ganaderos, en dar solución a la grave crisis que padecen.
Desde la Administración, por su parte, se reconocen pasos importantes en el cumplimiento de los objetivos propuestos en el plan e incluso Carlos Cabanas, secretario general de Agricultura, adelantaba la semana pasada que se habían producido subidas importantes en el precio de la leche en septiembre.
Estos son algunos de los principales puntos recogidos en el acuerdo y el grado de cumplimiento en este momento.
Valorizar la leche e impedir su uso como reclamo
Eran dos de las principales reivindicaciones que se planteaban a las cadenas de distribución y el punto que más y mejor se ha cumplido de la docena que recoge el documento. Salvo ofertas muy puntuales, resulta difícil encontrar leche en los lineales a menos de 58 céntimos, cuando el precio medio hace poco más de un mes apenas superaba los 55. En determinadas marcas blancas las variaciones al alza han alcanzado incluso los seis céntimos. Sin embargo, este incremento de precios al consumidor no llega al ganadero como se demandaba.
Identificación del origen de la leche
De momento no se ha hecho nada en este sentido. A día de hoy no solo resulta imposible conocer (salvo en el caso de la que tiene el sello Galega 100 %) el origen de la leche, sino que incluso se presentan severas complicaciones para conocer el envasador de determinadas marcas blancas. Al parecer, la Inlac (Interprofesional Láctea) presentará en dos semanas una propuesta a la distribución en la que se recogerán distintos mecanismos para garantizar el origen de la leche.
Contratos acordes a la evolución del mercado
Sigue siendo el gran fracaso del paquete lácteo y también del acuerdo de sostenibilidad. Los contratos están lejos de cumplir la función para la que fueron creados debido, sobre todo, a las dificultades que los ganaderos tienen para negociar condiciones más ventajosas o, en su defecto, cambiar de empresa compradora. Si bien los mercados mundiales de productos industriales -en ocasiones anteriores se utilizaban como referencia para determinar la evolución de los precios en origen- registran dos meses consecutivos de subidas moderadas, las ofertas que reciben los ganaderos apenas contemplan incrementos. Algunas industrias no dudan incluso en aplicar descuentos más importantes de los que venían realizando hasta el momento para aquella leche que no cumpla con unos determinados porcentajes grasa y proteína. Por el contrario, las primas por calidad apenas han variado al alza.
Cadena de valor de la leche líquida
Lo único que se sabe hasta el momento sobre los intentos de dar transparencia a la cadena de valor de la leche es que la Inlac presentará en breve un informe ajustado a la realidad actual del sector (el último, elaborado por el ministerio, es del año 2012). Sin embargo poco ha trascendido por el momento sobre el compromiso de la industria de publicar los precios de cesión de las marcas blancas a la distribución o sobre los márgenes de precios y rentabilidad en los distintos eslabones de la cadena. Aspectos fundamentales para conocer la situación real del sector y, por tanto, implementar medidas que permitan su sostenibilidad.
Distribución e industria, cada uno por su lado
Ni organizaciones de productores con papel protagonista. Ni se ha regulado el papel de los primeros compradores. Ni contratos entre distribución e industria. Todo ello sigue en el debe del acuerdo lácteo.
Organizaciones de productores
Tampoco los ganaderos parecen haber dado pasos significativos para mejorar ni su representatividad ni su capacidad de negociación. Las organizaciones siguen sin tener el protagonismo que les otorga el paquete lácteo, más que nada porque los productores dudan de su utilidad.
Primeros compradores
En el acuerdo se instaba al ministerio a que regulase el papel de los primeros compradores en relación con los productores por cuanto algunas de sus prácticas podrían poner en riesgo la supervivencia de muchas granjas. La mayoría de estos intermediarios siguen actuando a sus anchas, distorsionando el mercado con precios anormalmente reducidos sin que, por el momento, se haya hecho nada. Casi un tercio de la producción gallega está en manos de estos compradores, de ahí la importancia de la medida.
Relaciones entre distribución e industria
Pese a que las tres entidades que engloban a la práctica totalidad de la distribución se comprometieron al establecimiento de contratos a largo plazo con la industria con el fin de que estas pudiesen planificar su actividad y, por tanto, garantizar indirectamente precios estables a los ganaderos, nada se ha hecho en este sentido. Así al menos lo reconocen desde alguna de las principales industrias que operan en Galicia donde no ocultan unas «muy serias dudas» sobre las intenciones de la distribución a la hora de cumplir este punto.