El descenso del consumo de leche amenaza rutas de recogida en Galicia
Economía
La industria augura problemas para comprar toda la producción, que creció un 3 %
26 Jan 2016. Actualizado a las 17:06 h.
En el negocio lácteo gallego se han encendido todas las luces rojas. Al problema estructural del bajo precio, y a la espera de que se cumpla el acuerdo firmado en Madrid, se suma la incertidumbre que genera el brusco descenso del consumo de leche líquida, lo que traza un horizonte a corto plazo lleno de nubarrones. Tantos, que ya son muchos los que auguran fuertes tensiones en primavera en un buen número de las más de mil rutas de recogida en Galicia, una hipótesis confirmada por fuentes de la industria gallega. Las 9.300 granjas que permanecen en activo, y que producen algo más de 2,5 millones de toneladas, tienen ante sí un futuro muy difícil, sobre todo en lo que concierne en la estabilidad de un comprador.
Mientras la industria augura problemas de recogida, en la base productora trazan un escenario menos alarmista. «Es probable que haya tensiones, pero la leche saldrá. Hay que tener en cuenta que Reny Picot, por ejemplo, tiene una planta en Asturias para leche en polvo; el problema es que puede haber materia prima en origen que salga a precios muy por debajo de los 0,28 céntimos de euro el litro», precisan fuentes consultadas en el sector productor.
Los diferentes eslabones de la cadena de la leche ya han trasladado sus temores a la Administración gallega, que es consciente del grave problema que se avecina para un sector estratégico de la economía rural gallega.
En la formación de esta tormenta perfecta confluyen varias causas. De un lado, coincidiendo con el bajón del consumo, la producción de leche ha aumentado en el Estado con el final de las cuotas lácteas en abril del 2015: algunas comunidades, como es el caso de Galicia, han aumentado un 3 %, pero otras regiones, como Andalucía y Castilla-La Mancha, lo han hecho más de un 15 %. A esto se suma la caída de demanda en Asia y, sobre todo, la debilidad de la industria láctea española y gallega, muy centrada en envasar leche líquida en brik.
Es precisamente aquí donde más se nota el desplome del consumo, y no tanto en productos ya transformados como yogures, quesos y mantequillas, muchos de ellos importados. Esto es lo que hace mucho más vulnerable al mercado lácteo gallego y español en un escenario como el que se avecina. Esto es lo que explica los temores de la Interprofesional Láctea (Inlac) y del propio Ministerio de Agricultura, que acaban de impulsar una campaña para la promoción del consumo de leche.
Este es el contexto actual: sobra leche en Europa y los precios están muy bajos, sin visos de una gran recuperación. En Galicia, la materia prima en origen cotiza ahora de media a 0,28 euros el litro, un valor que condiciona la viabilidad económica de muchas explotaciones que apostaron por modernizarse, ganar dimensión y reducir los costes.
Debilidad estructural
La gran tormenta que se avecina está muy relacionada con la debilidad del sector industrial; un reciente informe elaborado por Edelmiro López, profesor de la USC, recordaba que mientras Galicia aglutina el 40 % de la producción de leche del Estado solo genera el 8 % del empleo.
Según ese documento, la comunidad gallega es el único territorio de vocación láctea de Europa en el que no se han llevado a cabo inversiones industriales notorias desde el año 2012.
Los pocos proyectos puestos en marcha en España se han localizado en otras comunidades autónomas, y el criterio utilizado no ha sido la proximidad a la oferta de materia prima sino a los centros de consumo, como Cataluña y regiones del entorno de Madrid.
Los ganaderos piden que la bajada del gasoil repercuta en las cotizaciones
El precio medio de la leche en origen en la comunidad gallega se sitúa en 0,28 euros el litro. Y, sin embargo, en el resto de comunidades oscila entre 30 y 31 céntimos. Una brecha que siempre ha incomodado a los productores. La respuesta de la industria a las quejas de las explotaciones siempre se ha fundamentado en el argumento de la dispersión gallega, su posición periférica y la existencia de cientos de rutas, lo que aumenta el coste de transporte. La empresas transformadores recuerdan que Galicia es la primera comunidad productora, pero que los grandes centros de consumo están en otros territorios, como Madrid, Cataluña y Andalucía.
Con el litro de gasoil por debajo del euro, los ganaderos demandan ahora que ese menor coste energético tenga algún tipo de traslación a la cotización de la leche en el campo.
Quejas
«En un contexto en el que se habla de que la industria está cobrando más por parte de la distribución y que el gasto de transporte es menor, eso debería tener algún tipo de repercusión en los precios de la leche en origen», subraya Javier Iglesias, responsable de ganadería de Unións Agrarias. El sector productor denuncia que no tiene ningún sentido que el territorio con mayor vocación en la producción de leche sufra el precio en origen más bajo y soporte un diferencial de entre dos y tres céntimos respecto a otras comunidades del Estado.