Leche Celta dejará de recoger a 50 granjas gallegas desde el lunes

Los malos presagios sobre el impacto que tendrá en el negocio lácteo gallego el descenso del consumo de leche líquida empiezan a cumplirse. Desde el próximo lunes 1 de febrero, Leche Celta dejará de recogerle la materia prima a la cooperativa Codegui, una sociedad que opera como primer comprador, y que se abastece en 50 explotaciones de leche, la mayoría de Guitiriz, Vilalba y Xermade.

La industria con sede en Pontedeume recoge diariamente a estas granjas unos 26.000 litros. Según explica el Sindicato Labrego Galego (SLG), que ha exigido la intervención urgente de la Consellería de Medio Rural, «Codegui mantivo contactos con outras industrias nos últimos días, pero todos foron infrutuosos; deste xeito, a única solución que teñen agora mesmo sobre a mesa é a de saldar o leite que produzan a prezo de intervención, isto é, a 18 céntimos o litro».

El descenso de la demanda de leche líquida coincide con el aumento de la producción por el final de las cuotas, y en un contexto mundial caracterizado por la caída de la demanda Asia. A esto se suma la debilidad del tejido industrial español, muy enfocado al envasado en brik, y con poco desarrollo en otros productos transformados, como quesos, yogures o mantequillas. Esto hace al mercado gallego especialmente vulnerable. Galicia aglutina el 40 % de la producción de leche de España, pero solo genera el 8 % del empleo.

«A produción non para de medrar na nosa terra con respecto ao ano pasado sen que as autoridades fagan nada para controlala, de maneira que o previsible é que siga habendo industrias que deixen de recoller impunemente o leite. Non hai ningunha lei nin acordo que as obrigue, pois non teñen maneira de comercializar os excedentes, mentres os prezos seguen afundíndose por ese exceso de produción», explica Xabier Gómez Santiso, del SLG.

Boicot a Lactalis

Por su parte, el portavoz del sindicato Unións Agrarias (UU.AA) en la Plataforma en Defensa del Sector Lácteo, Óscar Pose, afirmó que la concentración prevista para mañana ante la planta que el grupo Lactalis tiene en la localidad lucense de Vilalba no es más que «el pistoletazo de salida» de la campaña de «boicot» que se pondrá en marcha contra la multinacional gala. Los ganaderos reclaman que se les repercutan las subidas de la distribución en el lineal de venta.