Los ganaderos dan la espalda al recorte en el ordeño que plantea Bruselas

El próximo miércoles finaliza el plazo para presentar las solicitudes de reducción voluntaria de la producción lechera durante el último trimestre del año. Una medida impulsada por Bruselas para rebajar el volumen de leche en el mercado que parece va a tener escaso éxito en Galicia. Al menos así lo confirman desde varias organizaciones profesionales agrarias e incluso desde tres de las oficinas agrarias que la Xunta tiene en las principales comarcas lácteas de Galicia. Reconocen algunas llamadas telefónicas interesándose por el asunto, pero poco más. «Pode acollerse xente que xa ía reducir por distintos motivos. Creo que ninguén vai secar vacas para cobrar a axuda. A xente aposta máis por seguir aumentando que por reducir. Ademais ten medo que isto sexa unha especie de nova cota encuberta», apunta un funcionario de Medio Rural que prefiere mantener su anonimato.

Este último argumento es el que más se repite entre los ganaderos que temen que, en el caso de que las lácteas vuelvan a poner límites a la producción como vienen haciendo este año, sus cantidades de referencia se vean todavía más recortadas al acogerse a esta merma voluntaria de las entregas.

Desde los sindicatos, mientras tanto, critican abiertamente el carácter voluntario de la medida. Entienden que su efectividad será reducida al no haber nada que impida seguir aumentando la producción a quienes no se acojan al plan de Bruselas. Desde Unións Agrarias incluso denuncian la posibilidad de la aparición en el mercado de la llamada leche negra, pues puede haber primeros compradores que declaren el producto de un ganadero a nombre de otros para beneficiar a alguna de las partes.

¿Cuál es el importe de las ayudas?

Se establece una subvención de 14 céntimos por cada litro que se reduzca la producción en comparación con el mismo período del ejercicio anterior. Se establece un mínimo de 1.500 litros y un máximo del 50 % de las entregas totales.

¿Cuál es el procedimiento para solicitarlas?

Los ganaderos deben comunicar al Fega (Fondo Estatal de Garantía Agraria) su intención de reducir la producción -las oficinas agrarias comarcales y otros organismos como los sindicatos del campo facilitan este trámite-, la cantidad que desean dejar de producir y el período durante el que desean hacerlo.

Inicialmente y siempre que no se agote el presupuesto de 150 millones de euros se establecen cuatro plazos para su presentación: el primero de ellos hasta el 21 de septiembre para las reducciones que se lleven a cabo en el último trimestre del año y el último, el 7 de diciembre para el primer trimestre del 2017. Tras recibir la solicitud, el Fega dispone de un plazo de siete días hábiles para comunicar al ganadero si acepta o no la propuesta.

¿Qué documentación deben presentar los productores?

Además de todos sus datos personales, las facturas correspondientes al mes de julio del 2016 y las del período que se tomará como referencia para calcular la reducción de sus entregas. En este primer caso, las de octubre, noviembre y diciembre del año pasado.

¿Habrá alguna penalización para los que soliciten las ayudas y no rebajen la producción?

Sí. Se aplicarán reducciones sobre el importe que percibirán los ganaderos que no hayan cumplido atendiendo al porcentaje que hayan recortado en comparación con lo declarado en la solicitud inicial. La orden que regula este programa no establece más penalizaciones que esa.