Aríztegui deja «temporalmente» el BCE tras su imputación por Bankia
Economía
El Banco de España anuncia ahora un informe sobre su propio papel en la crisis
22 Feb 2017. Actualizado a las 05:00 h.
En los mentideros financieros se esperaba desde hace algunos días. Desde que su nombre apareció la semana pasada en la lista de los nuevos e ilustres imputados por el caso Bankia. Y ayer las sospechas se confirmaron. A Javier Aríztegui, el que fue mano derecha de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la época en la que se gestó la desastrosa salida a bolsa de la entidad luego nacionalizada, no le ha quedado otra que renunciar a su cargo en el Banco Central Europeo (BCE). Aunque él mantiene que ese abandono del puesto de consejero de supervisión bancaria es solo «temporal». Hasta que todo se aclare.
La entidad que pilota con mano firme el italiano Mario Draghi zanjó la cuestión asegurando en una nota que Aríztegui «ha pedido al presidente del Comité Administrativo de Revisión del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) ser reemplazado temporalmente por un suplente mientras se desarrolla la investigación sobre el caso Bankia en España». Y el presidente de ese organismo -que se encarga de la revisión administrativa de las decisiones del BCE en materia de supervisión bancaria- ha pedido a los dos suplentes con los que cuenta que cubran el hueco que deja el que fue subgobernador del Banco de España entre abril del 2009 y junio del 2012.
Tras esta renuncia temporal, el único de los nuevos imputados que permanece en su cargo es Fernando Restoy, exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y exsubgobernador del Banco de España (sustituyó a Aríztegui). En la actualidad es presidente del Instituto de Estabilidad Financiera (FSI), dependiente del Banco de Pagos de Basilea (BIS).
La primera reacción del Banco de España ante la imputación de su exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y de otros cinco altos cargos de su dirección en el caso Bankia fue defender su actuación porque se ajustó «a la normativa legal, a la estabilidad financiera y al interés general». La segunda iniciativa ya implica la elaboración de un «informe detallado» en el que el supervisor analizará a fondo cuál fue su comportamiento durante la crisis bancaria que vivió España.
Nunca antes la institución se había apresurado a indagar en sus actuaciones desde que hace ocho años estalló la crisis. Las referencias a una posible responsabilidad, o al menos a una valoración de su protagonismo en los años más duros de la recesión, han permanecido ajenas al debate por parte de su actual dirección y la anterior. Fueron ejercicios en los que supervisaron el proceso de conversión de las cajas de ahorros en bancos; reglaron la fusión de decenas de entidades que quedaron agrupadas en poco más de 15 grupos; y vigilaron el rescate de Bankia o Catalunya Banc, entre otros, con dinero público.
Listo a finales de abril
El pasado día 10, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ya deslizó la posibilidad de desarrollar esta investigación, anticipándose a la imputación judicial, al sugerir en un artículo que «seguramente» era el «momento de ofrecer una visión de conjunto de cuál fue la actuación del Banco» hasta el 2012. En apenas once días, esa posibilidad se ha hecho realidad. La Comisión Ejecutiva del Banco dio ayer luz verde al estudio que se adentrará en «las causas, desarrollo y resolución» de la crisis «con especial atención a la actuación» del supervisor.
Serán las direcciones generales de Supervisión, Economía y Estadística, Estabilidad Financiera y Resolución y la Secretaría General las instancias que participarán en el informe, coordinados por el consejero Fernando Eguidazu. Sus conclusiones se entregarán al Consejo de Gobierno del Banco de España a finales de abril.